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29 ene 2018

Los libros arden mal


Llamaradas,  de Li-Shu Chen
«Había mucha limpieza que hacer. Y otro tanto en la plaza de María Pita. Muchos libros quemados. Algo habíamos oído nosotros de que andaban quemando libros en la orilla del mar. Ya habían hecho alguna que otra quema en los primeros días del golpe. Pero esto era diferente. Bibliotecas enteras ahí quemadas. Excepto la voz resinosa del que mandaba, repetida como un eco por el nuevo encargado, el único sonido era el de los rastrillos rascando con sus dientes y luego las palas cargando el camión.
El mando apuraba la voz. Pero aquello no se podía hacer de cualquier manera, a lo bruto. Cada trabajo requiere su ritmo, y ninguno de nosotros recordaba haber cargado restos de libros quemados. Las herramientas tampoco. Ellas y nosotros estábamos acostumbrados a recoger las hojas caídas, al olor de las cenizas de otoño, que le daban a la ciudad un aroma medicinal. Más que de humo habría que hablar de eso, de un aroma. Era una naturaleza a la que le había llegado su tiempo. En cambio, lo que hoy ardía era el tiempo. En eso sí que reparé. No dije nada, pero lo pensé.

16 may 2017

El placer


El jardín,  de Li-Shu Chen
«En las noches de primavera, alta ya la madrugada, venía a través del campo, desde Eritaña, el son de un organillo. La tonada efímera, en el silencio y la calma de la noche, adquiría voz, y hablaba de quienes a esa hora, en vez de dormir, vivían, velando para el placer de un momento. Yo les veía, ellos y ellas, un poco bebidos, serios, la mirada fija y vaga a un tiempo, enlazados como si siguieran el ritmo del espasmo más que el del baile, las manos acariciando enajenadas el hermoso cuerpo humano, triunfante un día para hundirse luego en la muerte. Y el grito ronco y agudo de algún pavo real, insomne por las alamedas del parque, rompía la cadencia de la musiquilla como una burla de mi anhelo loco y triste.
Niño aún, mi deseo no tenía forma, y el afán que lo despertaba en nada podía concretarse; y yo pensaba envidioso en aquellos hombres anónimos que a esa hora se divertían, groseramente quizá, mas que eran superiores a mí por el conocimiento del placer, del que yo sólo tenía el deseo.

3 mar 2017

En el campo te espero


Primavera en el campo (2006),  de Li-Shu Chen
Te espero en este aparte campesino
de almendro que inocencia recomienda:
a reducir mi voz por esa senda
ven que se va otra vez por donde vino.

En el campo te espero: mi destino,
junto a la flor del trigo y de mi hacienda,
y al campo has de venir, distante prenda,
a quererme alejada del espino.

Quiere el amor romero, grama y juncia:
ven que romero y grama son mi asedio
y la juncia mi límite y mi amparo.

10 dic 2016

Los derechos humanos


Vacío de miradas,  de Li-Shu Chen
«La extorsión
el insulto,
la amenaza,
el coscorrón,
la bofetada,
la paliza,
el azote,
el cuarto oscuro,
la ducha helada,
el ayuno obligatorio,
la comida obligatoria,
la prohibición de salir,
la prohibición de decir lo que se piensa,
la prohibición de hacer lo que se siente
y la humillación pública
son algunos de los métodos de penitencia y tortura tradicionales en la vida de familia.

8 oct 2016

Libertad con dignidad


Belleza abstracta (5),  de Li-Shu Chen
«Ni la liberación nacional ni la revolución social son categorías lo suficientemente amplias como para caracterizar los objetivos de la acción de Gandhi. No le importaban como objetivo básico, ni la creación de la nación india ni la abolición de la pobreza. En realidad, se oponía al nacionalismo en su acepción más estrecha, porque necesitaba que sus compatriotas comprendieran que al asumir enteramente su condición de ciudadanos indios asumían también la de ciudadanos del mundo, desligados de lealtades exclusivistas de raza, credo o clase.

5 mar 2016

Waldstein


En femenino,  de Li-Shu Chen
   «La casa Waldstein ha estado inextricablemente arraigada a la cultura, el comercio y la historia del reino de Prusia y de la nación alemana desde mediados del siglo XVIII, y, en reconocimiento de ello, el primer Kaiser Guillermo elevó a mi padre a la nobleza, y no sólo a la nobleza sino a la Freiherrschaft. ¿Espera usted que yo envía a mi hija, que nació baronesa, con un apellido que está en todos los libros escolares, a un país donde podría no ser considerada enteramente blanca? –le temblaba la voz.
   –Pero usted me dijo que no tenía objeciones en principio.
   –Eso era aquí. Suponíamos que usted se quedaría aquí, que sería pintor... Usted parece tener talento, la gente compra sus cuadros... Le aseguro que no tuve ninguna intención de enviar a mi hija a América. ¡Ninguna! –Hizo una pausa para recobrar el aliento.
   Su cara me dijo que el tema estaba cerrado. Silencio. Pude oír los latidos de mi corazón».


(SOLMSSEN, Arthur R.G.  Una princesa en Berlín. 2ª ed. Barcelona: Tusquests, 2012, p. 479).

25 feb 2016

El arte de la escucha

Homenaje a Miró,  de Li-Shu Chen
«El arte del relator pide una escucha, pues por debajo incluso del más sofisticado de los estilos narrativos clásicos se escucha la cadencia de la palabra hablada. Un relato es algo que se dice, que se habla; que se vive en el oído. Pero nosotros hemos perdido el arte de escuchar, hemos dejado de deleitarnos con las digresiones y las pausas de la voz espontánea.  Vueltos holgazanes por la profusión de los brillantes e instantáneos artilugios gráficos 
–la fotografía, el cartel, el cine, el tebeo–, hemos pasado de auditores a espectadores.

25 oct 2015

Taj Mahal

Taj Mahal,  de Li-Shu Chen
«A mediados del siglo diecisiete, los talleres hindúes y chinos producían, sumados, más de la mitad de todas las manufacturas del mundo. 
En aquellos tiempos, tiempos de esplendor, el emperador Shah Jahan alzó el Taj Mahal, a orillas del río Yamuna, para que su mujer la preferida entre todas sus mujeres, tuviera casa en la muerte.
El viudo decía que ella y su casa se parecían, porque el templo cambiaba, como ella cambiaba, según la hora del día o de la noche.
Dicen que el Taj Mahal fue diseñado por Ustad Ahmad, persa, arquitecto, astrólogo, también llamado por muchos otros nombres.

6 feb 2015

Signos e indicios del Destino

Belleza abstracta (1),  de Li-Shu Chen
«En la vida existe un valor que permanece muchas veces invisible para los demás, pero que el hombre escucha en lo hondo de su alma: es la fidelidad o traición a lo que sentimos como un destino o una vocación a cumplir.

El destino, al igual que todo lo humano, no se manifiesta en abstracto, sino que se encarna en alguna circunstancia, en un pequeño lugar, en una cara amada, o en un nacimiento pobrísimo en los confines de un imperio.

28 may 2014

En tu jardín

Belleza abstracta (9),  
de Li-Shu Chen
¿Por qué con una mirada me avergüenzas?
No he venido como un mendigo.
Sólo una hora fugaz estuve parado al final de tu patio al otro lado del seto del jardín.
¿Por qué con una mirada me avergüenzas?

De tu jardín no cogí ninguna rosa, ningún fruto arranqué.
Humildemente me refugié bajo la sombra a orillas del camino donde cualquier viajero extraño puede quedarse.
Ni una rosa arranqué.

24 feb 2014

El error

Espera en la terraza del Café Novelty,  
de Li-Shu Chen
«Díaz-Varela se quedó observándome muy atentamente, con una mejilla apoyada en el puño y el codo apoyado en la mesa. Aparté la vista, me turbaron sus ojos inmóviles, de mirada nada transparente ni penetrante, quizá era nebulosa y envolvente o tan sólo indescifrable, suavizada en todo caso por la miopía (probablemente llevaba lentillas), era como si esos ojos rasgados me estuvieran diciendo: “¿Por qué no me entiendes?”, no con impaciencia sino con lástima.
   –Ese es el error dijo al cabo de unos segundos, sin quitarme su mirada fija de encima ni variar su postura, como si en vez de hablar estuviera atendiendo–, un error propio de niños en el que sin embargo incurren muchos adultos hasta el día de su muerte, como si a lo largo de su vida entera no hubieran logrado darse cuenta de su funcionamiento y carecieran de toda experiencia.

28 jun 2013

Segovia: lugar de la palabra

Alcázar de Segovia,  de Li-Shu Chen
   «Lo propio de una ciudad ha de ser algo que encierre una exigencia constante y que sea al par una dádiva. Un don de esos que obligan al que lo recibe sin que él se dé cuenta o sin que sea necesario que se la dé. Algo inmaterial y que se corporeiza, algo trascendente y que se convierte en pan de cada día. Algo que corresponde, que ha de corresponder, a los elementos esenciales que forman la figura, el cuerpo, la fisonomía de la ciudad.

9 may 2013

Tratarse


You and me,  de Li-Shu Chen
«Es maravilloso el proceso de ir descubriendo cómo nos hacemos amigos de una persona. Luego, cuando pasa el tiempo, se recuerdan los momentos iniciales y cómo se fue produciendo aquel chispazo. El campo atractivo de la amistad forma una telaraña compleja en la que se cruzan y entremezclan, entran y salen, suben y bajan sentimientos, aspiraciones, deseos e ilusiones. Todo ello va a dar lugar a una tupida red de significados en la que el vaivén de los movimientos va a estar a la orden del día.

9 mar 2013

El mirlo


Alcanzando la primavera,  de Li-Shu Chen
  «Marzo anochece gris entre los olmos desnudos, aunque sobre la hierba, donde el asfodelo y el jacinto ya apuntan en sus tallos, están abiertas las corolas del azafrán, encendidas de color lo mismo que una mejilla fresca contra este aire punzante. Cerca, desde tal cima sin hoja o cual alero, echándose penas a la espalda, silba sentido e irónico algún mirlo.
   Tiene su cantar ahora la misma ligereza sin cansancio ni sombra que tuvo a la mañana, y al recogerse tras de la jornada volandera calla en su garganta la misma voz alegre de su despertar. Para él la luz del poniente es idéntica a la del oriente, su sosiego de plumas tibias ovilladas en el nido, idéntico a su vuelo de cruz loca por el aire, donde halla materia de tantas coplas silbadas.

27 dic 2012

Nieve al viento

Trilogía del verde y del agua, de Li-Shu Chen
Copos de nieve al viento,
            caen desde su ahora,
                        caen desde su aquí.

Cuando no hay ayer, cuando
hoy es olvido,
no hay con qué imaginar mañanas:
                        hay sólo lo que siempre hay,
                                               hay este estar naciendo.


(MUJICA, Hugo. Y siempre después del viento. Madrid: Visor, 2011, p. 35).

12 jul 2012

La más humana de las artes


La mirada de la medianoche, de Li-Shu Chen
   «¿Cuál es el lugar privilegiado que ocupa la pintura, en nuestra cultura, en nuestra vida expresiva y creadora? Cultura es creación, es decir remedo de la creación divina. ¿Tenía Dios que expresarse cuando se dispuso a crear el universo, las cosas todas, y la luz la primera? La luz, la no-cosa, anterior a todas las cosas que por ella existen; la luz es nuestro medio, el medio de la vida humana. Vivir humanamente es ver y ser visto, es moverse en la visibilidad. El arte de la pintura, mirado así, vendría a ser el arte más definitorio de la condición humana, la más humana de las artes».


(ZAMBRANO, María. Algunos lugares de la pintura. Madrid: Espasa-Calpe, 1989, p. 71).

2 jun 2012

Junio



La chica del tulipán (2), de Li-Shu Chen
Mar, oculta pared,
pez mecido entre un aire o suspiro,
en ese agua surtida de una mirada
que cuelga entre los árboles, oh pez de plata, oh espejo.

Junio caliente viento o flores mece,
corro o niñas, brazos como besos,
sueltas manos de junio que aparecen
de pronto en una nieve que aún me llora.

Cuerdas, dientes temblando en las ramas;
una ciudad, la rueda, su perfume;
mar, bosque de lo verde, verde altura,
mar que crece en los hombros como un valor constante.

24 may 2012

Sosiego


Colina del silencio, de Li-Shu Chen
Otra vez el fin de un día,
                        su ocaso y su sombra,
                                               la noche y un nuevo sueño.

La soledad del camino es el camino
                                   y el viento, el que ahora borra los pasos,
                                                                                  es su horizonte.


(MUJICA, Hugo. Y siempre después del viento. Madrid: Visor, 2011, p. 41).

7 may 2012

Su corazón de primavera


La chica del tulipán (1), de Li-Shu Chen
   «He bajado al jardín con la primera luz de la mañana. La fina humedad del rocío refresca mis plantas, y los párpados se distienden bajo la dulzura del aire primaveral. Veo los rosales en flor, la nevada enredadera, la negra raya movediza de las hormigas y el limonero cargado de frutos de oro. Pero pienso: ¡por fuera tenéis oro y por dentro sois ácidos. El corazón de él no es así: es dulce y bello por dentro y por fuera».


(STORNI, Alfonsina. Poemas de amor. 3ª ed. Madrid: Hiperión, 2003, p. 54). 

28 mar 2012

Sueños inciertos

Borobudur, de Li-Shu Chen
   «Los Ch’in capturaron a una hija del emperador de Ai. Los primeros días de cautiverio la muchacha empapó su vestido con lágrimas; más tarde, cuando la llevaron al palacio del príncipe y vivió en la riqueza se arrepintió de su llanto. ¿Cómo saber si los muertos se arrepienten ahora de la codicia con que se aferraron a la vida?
   Un hombre sueña que concurre a un banquete y se despierta para llorar y penar...