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23 nov 2016

Diálogo en el bosque


¿Fue posible que yo no te supiera
cerca de mí, perdido en las miradas?

Los ojos me dolían de esperar.
Pasaste.

Si apareciendo entonces
me hubieras revelado
el país verdadero en que habitabas.

Pero pasaste
como un Dios destruido.

Sola, después, de lo negro surgía
tu mirada.


(GIL DE BIEDMA, Jaime. Las personas del verbo.Palencia: Cálamo, 2009, p. 38).

24 ago 2015

Después de la muerte de Jaime Gil de Biedma


Melancolía  (1891),  de Edvard Munch
En el jardín, leyendo,
la sombra de la casa me oscurece las páginas y el frío repentino de finales de agosto
hace que piense en ti.

El jardín y la casa cercana
donde pían los pájaros en las enredaderas, una tarde de agosto, cuando va a oscurecer y se tiene aún el libro en la mano,
eran, me acuerdo, símbolo tuyo de la muerte.
Ojalá en el infierno
de tus últimos días te diera esta visión un poco de dulzura, aunque no lo creo.

3 jun 2015

Noches del mes de junio


Sol ardiente (1895),
de Frederic Leighton
Alguna vez recuerdo
ciertas noches de junio de aquel año,
casi borrosas, de mi adolescencia
(era en mil novecientos me parece
cuarenta y nueve)
porque en ese mes
sentía siempre una inquietud, una angustia pequeña
lo mismo que el calor que empezaba,
nada más
que la especial sonoridad del aire
y una disposición vagamente afectiva.

30 oct 2014

Tibia alegría

Discos de rojo y azul (c.a. 1911), 
de František Kupka


Casi me alegra
saber que ningún camino
pudo escaparse nunca.

Visibles y lejanas
permanecen intactas las afueras.
  

(GIL DE BIEDMA, Jaime. Las personas del verbo. Palencia: Cálamo, 2009, p. 41).

9 dic 2011

Olor difuso a carbonilla y campo

Paisaje con nieve (1888),  de Vincent van Gogh
Diciembre es esta imagen 
de la lluvia cayendo con rumor de tren,
con un olor difuso a carbonilla y campo.
Diciembre es un jardín, es una plaza
hundida en la ciudad,
al final de una noche,
y la visión en fuga de unos soportales.


Y los ojos inmensos
—tizones agrandados—
en la cara morena de una cría
temblando igual que un gorrión mojado.
En la mano sostiene unos zapatos rojos,
elegantes, flamantes como un pájaro exótico.