El arte de la pintura
(c.a. 1666-1668),
de Johannes Vermeer
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«Todo
hombre es constructor de un templo, que es su cuerpo, para el Dios al que
adora; el estilo es propio, y no es martilleando el mármol como habrá de
cumplir. Todos somos escultores y pintores, y el material de que hacemos uso es
nuestra propia carne, nuestra sangre y nuestros huesos. La menor nobleza refina
ya los rasgos del hombre; la bajeza y la sensualidad los embrutecen».
THOREAU, Henry David. Walden o la vida en los bosques.
Barcelona: Juventud, 2010, p. 275-276).