«Es bueno que ciertas cosas, que ya no puedan transformarse en otras, consten, simplemente, sin lamentar los hechos ni tampoco juzgarlos. Fue así que comprendí claramente que yo nunca sería un verdadero lector. Cuando era niño se me antojaba que la lectura era una profesión que debía ser asumida más tarde, un día, cuando llegara el momento de las profesiones, una tras otra. A decir verdad, no tenía una idea precisa de cuándo podría ocurrir esto. Confiaba en que se advertiría cuano la vida, en cierto modo, cambiara repentinamente y sólo le viniera a uno de fuera, así como antes surgía de adentro.
Ágora donde iniciar historias sobre libros, naturaleza, arte y poesía; donde hallar las palabras soñadas o queridas, sin la perspectiva del tiempo... como en una biblioteca.
Mostrando entradas con la etiqueta Narrativa checa. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Narrativa checa. Mostrar todas las entradas
5 abr 2023
10 jun 2019
Tu deseo
«No olvides nunca formular tu deseo, Malte. Deseos, no se
debe renunciar a desear. Creo que no se realizan, pero hay deseos a largo
plazo, que duran toda la vida, de manera que no podría esperarse su
cumplimiento».
(RILKE, Rainer Maria. Los cuadernos de Malte Laurids Brigge. Buenos
Aires: Corregidor, 1977, p. 87).
14 sept 2018
La voz
Moonlight (1874), de Homer Winslow |
«El doctor Henke alzó impaciente la cabeza y
buscó los ojos del amigo. Él no tenía ningún sentido para la poesía, pero
casualmente se le ocurrió que aquellos ojos con su profundidad cambiante y su
brillo misterioso e inesperado tenían algo de la naturaleza del mar. Sonrió
irónicamente y gruñó:
–Dime por lo que más quieras
cómo se te ha ocurrido esa idea.
3 feb 2018
Atardecer
Bosque de Allerbos (Bélgica)
|
«El atardecer temprano de febrero se asomó,
cansado y huraño, a la habitación 12, con ojos de penitente enrojecidos por el
llanto. Las paredes grisáceas de la habitación parecían diluirse en la penumbra
del mismo color y la cruz de madera negra flotaba en el aire. Las camas de
hierro sólo eran visibles como contornos borrosos. La atmósfera crepuscular
gravitaba como un encantamiento sobre los niños que compartían de dos en dos
cada lecho. En algún rincón oscuro lloraba en voz baja una niña desconsolada,
otra hablaba con voz suave y cuidadosa como si estuviese junto a la cama de su
madre enferma, y una niña pequeña cerca de la ventana estaba en la almohada con
los brazos alrededor de las rodillas.
17 feb 2015
Božena Němcová
«[...] Fue su marido quien introdujo
a Božena, quien hablaba solamente
alemán en casa, en los círculos patrióticos checos; de modo que ella, que se
convirtió después de su muerte en un verdadero mito nacional, comenzó a leer en
checo y a aprender la ortografía y la gramática relativamente tarde.
La
bella Božena se inició en el oficio de escritora bajo la influencia del joven
poeta Václav Bolemír Nebeský. Él no fue su único amante, como le confesó a su
marido en una carta de sorprendente franqueza. Sus relaciones, sin embargo, no
le aportaron más que decepción y cólera: “He buscado vanamente un amor parecido
al que experimentaba yo misma. Quería un hombre al que hubiera podido venerar,
(...) pero en los hombres encontré sólo déspotas groseros, sólo señores (...).
La amargura y la porfía se anidaron en mi corazón.
24 dic 2013
El Niño Jesús
La Virgen del Pez (c.a. 1513), de Rafael Sanzio
|
«Bendito día de Nochebuena en que los
pequeños con piernecitas saltarinas de impaciencia y ojos brillantes escuchan
junto a la puerta cerrada detrás de la que se preparan maravillas relucientes y
perfumadas, en que con gesto importante observan a la madre que asa el pescado
de fiesta para la cena y, con viejas canciones en los frescos labios, corren
brincando a donde está la abuelita que sueña sentada en el alto sillón de
orejas junto al fuego parlanchín, y le besan las manos dulces y arrugadas.
14 dic 2013
Exilio de una soledad anhelada
«Estaba harto de esta vigilancia ininterrumpida de los vecinos, de los
compañeros, de sus niños, de su amante, de su esposa. “¿Dónde estabas? ¿Dónde
vas? ¿Por qué haces esto y no lo otro? Venga, ¡respóndeme! ¿Por qué no dices
nada? ¿En qué piensas? ¿En qué piensas ahora mismo? Dímelo, ¡dímelo!”
Un día se encerró a cal y canto. Aporrearon
su puerta. Calló. Le miraron por la ventana. Le miraron por la ventana. Corrió
las cortinas. Taladraron un agujero en la puerta, y vio un ojo que lo
observaba.
Al día siguiente, a las cinco de la mañana,
se puso un sombrero, cogió algunos libros y un paraguas. Después de caminar
treinta y tres horas, se instaló en un paisaje vacío y amplio, donde no había
nadie.
2 nov 2013
La transformación en lector
23 ene 2013
El lugar preferido de la pequeña Elisabeth
«En la última tienda Elisabeth compró con
sus kreuzer algunas velitas, una larga cadena de oropel de colores,
cerillas y un enorme corazón de pan de especias. Cargada con esos tesoros
siguió corriendo al bosque donde sólo se cruzó con algunas personas que
buscaban ramas secas al lado del camino y parecían malhumoradas y ateridas, y
no se fijaron en la niña. Hay un lugar en el bosque, donde el
atardecer, que esconde su oro, temeroso como un avaro detrás de la próxima
montaña, permanece vacilante como si no pudiese separarse de la hermosa tierra.
4 feb 2012
Výlet do Španěl
«España, como todo país antiguo de pura
cepa, es fiel al regionalismo. Hay muchísima diferencia entre Valencia y
Asturias, Aragón y Extremadura; incluso la naturaleza participa de este
entusiasmo local y ofrece en cada región una clase de vino. Sabed que los vinos
de Castilla mueven a la valentía, mientras los de la provincia de Granada
despiertan una tristeza grave e iracunda, y los andaluces, en general,
sentimientos amables y amistosos; los de la Rioja refrescan el espíritu, los catalanes
dan ligereza a la lengua y los de Valencia llegan hasta el corazón».
(ČAPEK, Karel.
Viaje a España (1930). Madrid: Hiperión, 1989, p. 138).
24 dic 2011
Noche Santa
La Sagrada Familia con el cordero (1507), de Rafael Sanzio
|
–¡No grites! –gruñó el viejo Isacar–. ¡Te van a oír!
–¡Que me oigan! –contestó la señora Dina, alzando la voz todavía más–.
¡Eso faltaría! ¡Que no pudiera gritar en mi propia casa! ¡Que por culpa de unos
vagabundos tuviera que cerrar el pico! ¿Los conoces? ¿Los conoce alguien? Él te
dice: “Esta es mi mujer”. Eso que se lo cuenten a otro. ¡Como si yo no supiera
cómo van las cosas entre esta gente...! ¿No te da vergüenza dejar entrar algo
así en tu casa?
14 dic 2011
Adoraba las peras y las apuestas
«Habiendo leído en los periódicos todo
aquello, el famoso Sidney Hall, detective americano, se hundió en sus
pensamientos y tomó la decisión de intentar él mismo ver sí conseguía atrapar
al mago. Se disfrazó, pues, de millonario, se metió un revólver en el bolsillo
y marchó a Europa.
Cuando llegó aquí, se presentó de
inmediato al jefe superior de policía. Éste le expuso todos los aspectos del
asunto, cómo habían perseguido al mago y terminó con estas palabras:
– En consecuencia, ahora es del todo imposible llevar a ese malvado ante
la justicia.
Sidney Hall sonrió:
– Antes de cuarenta días se lo traeré detenido.
– Imposible –exclamó el jefe superior de policía.
– Apostemos una cesta de peras –respondió Sidney Hall. Y es que Sidney
Hall adoraba las peras e igualmente adoraba las apuestas».
(ČAPEK, Karel.
Nueve cuentos y uno de propina de Josef Čapek. Madrid: Siruela, 2003, p. 35).