«Cuando Buda emprendió su
búsqueda espiritual, se dedicó a practicar inumerables austeridades.
Un buen día acertaron a pasar
dos músicos junto al árbol bajo el que estaba él sentado haciendo meditación. Y
uno de ellos le decía al otro: “No tenses demasiado las cuerdas de tu cítara, o
se romperán. No las dejes demasiado flojas, o no producirán música. Procura dar
con el término medio”.
Aquellas palabras produjeron
tal impacto en Buda que revolucionaron toda su manera de ver la espiritualidad.
Estaba convencido de que habían sido pronunciadas para él, y desde aquel
instante renunció a todos sus rigores y emprendió un camino fácil y liviano: el
de la moderación. De hecho, su método de acceder a la iluminación se conoce con
el nombre de “vía media”».
(MELLO, Anthony de. La oración de la rana. Vol. 2. Santander:
Sal Terrae, 1989, p. 105).