Concentrics rinds II (1953), de M.C. Escher
|
Entonces decidió que pasaría un año gozando,
viviendo confortablemente, para luego decidir cuál sería su futuro.
Pero tan pronto dejó de
acumular dinero, se le apareció el Ángel de la Muerte para quitarle la vida.
El avaro trató por medio de
todos los argumentos posibles disuadir al Ángel, quien, sin embargo, no
transigía. Entonces el hombre dijo:
“Dame tan sólo tres días y te
daré una tercera parte de toda mi fortuna”.
El Ángel no aceptó, y volvió a
tirar de la vida del avaro para quitársela.