Ágora donde iniciar historias sobre libros, naturaleza, arte y poesía; donde hallar las palabras soñadas o queridas, sin la perspectiva del tiempo... como en una biblioteca.
4 jul 2017
Mi credo
13 may 2016
El Ángel Asael
El ángel caído, en el Parque de El Retiro (Madrid) |
«En las noches de luna nueva un “maggid”, o ángel instructor, descendía de las órbitas celestes y penetraba en el aposento del gran rabino, a quien llamaban la Corona y la Diadema, la Llama y el Único en su tiempo. Le enviaban para revelar al gran rabino los secretos del mundo superior que ningún vivo es capaz de desvelar por sí mismo. Y los secretos son innumerables.
El ángel no adoptó la forma humana.
Nada en él asemejaba lo que acostumbran a ver los ojos humanos. Pero era de una
gran belleza.
–Los signos que usáis para formar las palabras –le aleccionó– contienen las grandes fuerzas y el poder que mantiene el curso del mundo. Debes saber que todo lo que en la tierra aparece en forma de palabra deja su huella en el mundo superior. El alef, el primero de los signos, encierra en sí la verdad. Beta, el segundo, la grandeza. A continuación viene la elevación. El cuarto signo encierra la gloria del mundo divino y en el quinto reside la fuerza del sacrificio.