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31 jul 2021

Una oportunidad

Development-II- (1939), de M.C. Escher
«–¿La epidemia avanza?–preguntó Rambert.
Rieux dijo que no y que incluso la curva de las estadísticas subía menos deprisa. Lo que pasaba era, simplemente, que los medios de lucha contra la peste eran insuficientes.
–Nos falta material –decía–. En todos los ejércitos del mundo se reemplaza el material con hombres, pero a nosotros nos faltan hombres también.
–Han venido de fuera médicos y personal sanitario.
–Sí –dijo Rieux–. Diez médicos y un centenar de hombres es mucho, aparentemente, pero es apenas bastante para el estado actual de la enfermedad. Si la epidemia se extiende, serían insuficientes.

1 abr 2020

El silencio de la peste


Blowball  (1943),  de M.C. Escher
«El doctor seguía mirando por la ventana. De un lado del cristal el fresco cielo de la primavera y del otro lado la palabra que todavía resonaba en la habitación: la peste. La palabra no contenía sólo lo que la ciencia quería poner en ella, sino una larga serie de imágenes extraordinarias que no concordaban con esta ciudad amarilla y gris, moderadamente animada a aquella hora, más que zumbadora y ruidosa; feliz, en suma, si es posible que algo sea feliz y apagado. Una tranquilidad tan pacífica y tan indiferente negaba casi sin esfuerzo las antiguas imágenes de la plaga. 
Atenas apestada y abandonada por los pájaros, las ciudades chinas cuajadas de agonizantes silenciosos, los presidiarios de Marsella apilando en los hoyos los cuerpos que caían, la construcción en Provenza del gran muro que debía detener el viento furioso de la peste.

14 jun 2015

La Belleza y la Libertad

En una calle de San José (Costa Rica)
«El espíritu histórico y el artista quieren, cada uno a su modo, rehacer el mundo. El artista, por una obligación de su naturaleza, conoce los límites que el espíritu histórico desconoce. He ahí por qué el fin de este último es la tiranía en tanto que la pasión del primero es la libertad. Todos aquellos que hoy luchan por la libertad vienen a combatir en última instancia por la belleza. Desde luego que no se trata aquí de defender a la belleza por ella misma. La belleza no puede prescindir del hombre y nosotros no daremos a nuestro tiempo su grandeza y su serenidad si no es siguiéndolo en su desdicha.

2 abr 2014

El anhelo de ser escritor

   «En gran parte un escritor escribe para ser leído (admiremos a aquellos que dicen lo contrario, pero no les creamos). Sin embargo, entre nosotros el escritor escribe cada vez más para obtener esa consagración última que consiste en no ser leído. Desde el momento en que efectivamente puede constituir el tema de un artículo pintoresco de nuestra prensa de gran tirada, goza de todas las posibilidades de ser conocido por muchísimas personas que nunca lo leerán porque se contentarán con conocer su nombre y leer lo que se escriba sobre él. En adelante será conocido (y olvidado) no por lo que él es sino de acuerdo con la imagen que un periodista apresurado haya dado de él.