Venus y Adonis (1554), de Tiziano |
a través de los campos, las ciudades de áspera piedra y hierro y humanos corazones
que a su aérea pisada no cedían
y dañaban las palmas invisibles
de sus pies delicados dondequiera pisasen,
y lenguas aceradas y opiniones
más agudas aún que las lenguas
desgarraban la forma tierna e irrechazable
cuya sagrada sangre,
como jóvenes lágrimas de mayo
pavimentaba con eternas flores
ese ingrato camino.