Mostrando entradas con la etiqueta Narrativa norteamericana. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Narrativa norteamericana. Mostrar todas las entradas

5 mar 2016

Waldstein


En femenino,  de Li-Shu Chen
   «La casa Waldstein ha estado inextricablemente arraigada a la cultura, el comercio y la historia del reino de Prusia y de la nación alemana desde mediados del siglo XVIII, y, en reconocimiento de ello, el primer Kaiser Guillermo elevó a mi padre a la nobleza, y no sólo a la nobleza sino a la Freiherrschaft. ¿Espera usted que yo envía a mi hija, que nació baronesa, con un apellido que está en todos los libros escolares, a un país donde podría no ser considerada enteramente blanca? –le temblaba la voz.
   –Pero usted me dijo que no tenía objeciones en principio.
   –Eso era aquí. Suponíamos que usted se quedaría aquí, que sería pintor... Usted parece tener talento, la gente compra sus cuadros... Le aseguro que no tuve ninguna intención de enviar a mi hija a América. ¡Ninguna! –Hizo una pausa para recobrar el aliento.
   Su cara me dijo que el tema estaba cerrado. Silencio. Pude oír los latidos de mi corazón».


(SOLMSSEN, Arthur R.G.  Una princesa en Berlín. 2ª ed. Barcelona: Tusquests, 2012, p. 479).

27 nov 2015

La marcha sobre Berlín




El gran paranoico (1936),  de Salvador Dalí
   «Una helada lluvia de noviembre había estado cayendo desde el amanecer, de modo que pedí a Meier que me llamara un taxi. Las negociaciones financieras empezaron no bien doblamos por la Königsallee, porque el conductor notó que yo no llevaba ninguna maleta abultada.

   –¿Gendarmenmarkt, mein Herr? La tarifa normal..., me refiero a la tarifa del antiguo taxímetro, sería alrededor de un marco.

La noche anterior, el Kurs había subido a dos billones de marcos el dólar. Cuando pasamos por la esquina donde Walter Rathenau había sido asesinado –¿hacía dieciséis meses?, parecía toda una vida–, convinimos en que, puesto que yo no tenía cuatro de los nuevos billetes de cien mil millones de marcos, una moneda de un cuarto de dólar norteamericano bastaría para cubrir el costo del viaje.