«Para alguien como yo es una sensación muy
extraña escribir un diario. No sólo porque nunca he escrito, sino porque me da
la impresión de que más tarde ni a mí ni a ninguna otra persona le interesarán
las confidencias de una colegiala de trece años. Pero eso en realidad da igual,
tengo ganas de escribir y mucho más aún de desahogarme y sacarme de una vez
unas cuantas espinas. “El papel es más paciente que los hombres.”