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25 may 2024

Del otro lado del arroyo

El pequeño arroyo (1890), de Vincent van Gogh
«Dos monjes que regresaban a su casa llegaron a un vado donde encontraron a una hermosa niña que no se atrevía a cruzarlo temerosa de mojar sus mejoras ropas. El primer monje, casi sin detenerse, la alzó en sus brazos y la llevó hasta el otro lado. La niña se lo agradeció y los dos hombres siguieron su camino. Después de recorrer tres kilómetros el otro monje, sin poder contenerse más, exclamó: “¿Cómo pudiste hacer eso, tomar a una niña en tus brazos? Conoces bien las Reglas…” y otras cosas por el estilo. Respondió el primer monje con una sonrisa. “Debes estar cansado, habiendo cargado con la niña todo este tiempo. Yo la dejé del otro lado del arroyo”».


(HUMPHREYS, C. La búsqueda interior. Buenos Aires: Lidium, 1984, p. 83).

14 mar 2018

Liberación

«Todo cuanto atesores debes tenerlo en el hueco de tu mano como si fuera agua.
   Trata de apresarla y desaparecerá. Intenta apropiártela y te manchará.
   Déjala en libertad y será tuya para siempre».


(MELLO, Anthony de. La oración de la rana. Vol. 2. Santander: Sal Terrae, 1989, p. 105).

20 sept 2017

Nuestro mundo


Playa de Benagil, en El Algarve (Portugal)
«Mantenemos nuestro mundo con nuestra conversación interna».



(CASTANEDA, Carlos. Una realidad aparte. México: Fondo de Cultura Económica, 1974, p. 251).

23 jul 2017

Vía media

   «Cuando Buda emprendió su búsqueda espiritual, se dedicó a practicar inumerables austeridades.
   Un buen día acertaron a pasar dos músicos junto al árbol bajo el que estaba él sentado haciendo meditación. Y uno de ellos le decía al otro: “No tenses demasiado las cuerdas de tu cítara, o se romperán. No las dejes demasiado flojas, o no producirán música. Procura dar con el término medio”.
   Aquellas palabras produjeron tal impacto en Buda que revolucionaron toda su manera de ver la espiritualidad. Estaba convencido de que habían sido pronunciadas para él, y desde aquel instante renunció a todos sus rigores y emprendió un camino fácil y liviano: el de la moderación. De hecho, su método de acceder a la iluminación se conoce con el nombre de “vía media”».


(MELLO, Anthony de. La oración de la rana. Vol. 2. Santander: Sal Terrae, 1989, p. 105).

23 feb 2017

Nueve meditaciones

«El arte de la meditación es una manera de ponerse en contacto con la realidad. Y la razón para meditar es que la mayoría de las personas civilizadas han perdido el contacto con la realidad. Confunden el mundo tal y como es con el mundo tal como ellos lo piensan, tal como hablan de él y lo describen. Porque por una parte está el mundo real y por otra hay todo un sistema de símbolos –referentes a ese mundo– que llevamos en nuestra mente. Son símbolos muy, muy útiles; toda la civilización depende de ellos. Pero, como todas las cosas buenas, tienen sus desventajas, y la principal desventaja de los símbolos es que los confundimos con la realidad, de la misma manera que confundimos el dinero con la auténtica riqueza y nuestro nombre, la idea y la imagen que tenemos de nosotros mismos, con nosotros».


(WATTS, Alan. Nueve meditaciones. Barcelona: Kairós, 1981, p. 29).

27 jul 2016

Meditación creadora

«Cuando abro mis ojos hacia el mundo externo, me siento como una gota en el mar, pero cuando cierro mis ojos y miro dentro, veo a todo el universo como una burbuja en el océano de mi corazón».


(ANAGARIKA GOVINDA, Lama. Meditación creadora y consciencia multidimensional. Buenos Aires: Kier, 1987, p. 68).

14 ago 2014

Evaluación diaria

«Hermosa costumbre la de hacer cada día un examen de todas nuestras acciones. ¡Qué tranquila se nos queda el alma cuando ha recibido su parte de elogio o de censura, siendo censor ella misma que, contra sí misma, informa secretamente! Ésa es mi regla: diariamente me cito a comparecer ante mi tribunal. En cuanto se queda a oscuras mi aposento y mi mujer, que sabe mi costumbre, guarda silencio por respeto al mío, comienzo la inspección de la jornada entera, pienso en todos mis actos, repaso mis discursos. No disfrazo, no adultero nada, no olvido cosa alguna. ¿Qué puedo temer del reconocimiento de mis faltas cuando puedo decirme: no vuelvas a hacerlo, por esta vez te perdono?  Y reconozco la actitud que he puesto en algunas discusiones; la inutilidad de discutir con la ignorancia, que nada quiere aprender porque nada ha aprendido; las advertencias importunas que no he debido hacer, pues no he corregido y he molestado. Y me digo: ten cuidado otra vez, teniendo en cuenta más que la bondad de tus consejos el estado de ánimo del que tal vez no esté en disposición de resistir la verdad».

(SÉNECA, Lucio Anneo. Tratados filosóficos; Cartas. 8ª ed. México: Porrúa, 2003, p. 64).

6 jul 2014

El valor de la vida

«Por hermosos que sean, no pueden conservarse los momentos del pasado. Por gozosos que sean, no pueden guardarse los momentos del presente. Por deseables que sean, no pueden atraparse los momentos del futuro. Pero la mente se desespera por fijar el río en un lugar: poseída por las ideas del pasado, preocupada por las imágenes del futuro, pasa por alto la simple verdad del momento. Quien pueda disolver su mente descubrirá de repente el Tao a sus pies, y tendrá la claridad a mano».

(LAO-TSE. Hua Hu Ching. Madrid: Edaf, 1995, p. 40).

17 mar 2014

Definiciones

«Un hombre bueno es aquél que trata a otros como a él le gustaría ser tratado.
Un hombre generoso es aquél que trata a otros mejor de lo que él espera ser tratado.
Un hombre sabio es aquél que sabe cómo él y otros deberían ser tratados; de qué modo y hasta qué punto.
El primer hombre es una influencia civilizadora.
El segundo hombre es una influencia de refinamiento y difusión.
El tercer hombre es una influencia de desarrollo superior.
Todo el mundo debería ir a través de las tres fases tipificadas por estos tres hombres.

16 jun 2013

Dios no escribe novelas

El acero (1928), de František Kupka
   «Sí, tal vez existiera ese universo invulnerable a los destructivos poderes del tiempo; pero era un helado museo de formas petrificadas, aunque fuesen perfectas, formas regidas y quizá concebidas por el espíritu puro. Pero los seres humanos son ajenos al espíritu puro, porque lo propio de esta desventurada raza es el alma, esa región desgarrada entre la carne corruptible y el espíritu puro, esa región intermedia en que sucede lo más grave de la existencia: el amor y el odio, el mito y la ficción, la esperanza y el sueño.

6 dic 2012

Cuatro preguntas

¿Por qué se apagó la lámpara?
La protegí con mi manto para resguardarla del viento, por eso se apagó la lámpara.

¿Por qué se marchitó la flor?
La apreté con mano impaciente contra mi corazón, por eso se marchitó la flor.