Ágora donde iniciar historias sobre libros, naturaleza, arte y poesía; donde hallar las palabras soñadas o queridas, sin la perspectiva del tiempo... como en una biblioteca.
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22 dic 2023
30 nov 2023
Carta de noviembre
La ciudad soñada (2017), de Li-Shu Chen |
Amor, el mundo
cambia de pronto, cambia de color. La luz de la farola
segmenta en dos las vainas del laburno,
esas colas de rata, a las nueve de la mañana.
Y este pequeño círculo
negro es el Ártico,
con sus hierbas sedosas y leonadas, como pelusa de bebé.
El verde está en el aire,
mullido y delicioso.
Me recoge amorosamente.
30 oct 2023
2 jun 2023
Sintonías
Una canción de primavera (1913), de John William Waterhouse |
(JANÉS, Clara. La voz de Ofelia. Madrid: Siruela, 2005, p. 62).
26 may 2023
19 feb 2023
País de niebla
En invierno está mi amante
entre los animales del bosque.
Debo regresar antes del alba,
la zorra lo sabe y ríe.
¡Cómo tiemblan las nubes! Y cae
sobre mi cuello de nieve
una capa de hielo quebradizo.
En invierno es mi amante
un árbol entre los árboles e invita
a los cuervos, abandonados por la suerte,
a su hermoso ramaje. Ella sabe
que el viento, cuando oscurece,
levanta su rígido vestido de noche, adornado
de escarcha, y que me manda a casa.
En invierno está mi amante
entre los peces y es muda.
Esclavo de las aguas, que mueve desde dentro
la línea de sus aletas,
estoy en la orilla mirando,
cómo se sumerge y se vuelve,
hasta que los témpanos me expulsan.
Y de nuevo, alcanzado por el grito
de caza del pájaro que tensa
sus alas sobre mí, me caigo
en pleno campo; ella despluma
a las gallinas y me tira una blanca
clavícula. Me la pongo en torno al cuello
y me marcho a través de la amarga pelusa.
Infiel es mi amante
sé que a veces vuela
con zapatos altos hacia la ciudad,
besa en los bares con la pajita
las copas en la boca, hasta el fondo,
y se le ocurren palabras para todos.
Pero yo no entiendo ese idioma.
Yo he visto el país de niebla
he comido el corazón de niebla.
entre los animales del bosque.
Debo regresar antes del alba,
la zorra lo sabe y ríe.
¡Cómo tiemblan las nubes! Y cae
sobre mi cuello de nieve
una capa de hielo quebradizo.
En invierno es mi amante
un árbol entre los árboles e invita
a los cuervos, abandonados por la suerte,
a su hermoso ramaje. Ella sabe
que el viento, cuando oscurece,
levanta su rígido vestido de noche, adornado
de escarcha, y que me manda a casa.
En invierno está mi amante
entre los peces y es muda.
Esclavo de las aguas, que mueve desde dentro
la línea de sus aletas,
estoy en la orilla mirando,
cómo se sumerge y se vuelve,
hasta que los témpanos me expulsan.
Y de nuevo, alcanzado por el grito
de caza del pájaro que tensa
sus alas sobre mí, me caigo
en pleno campo; ella despluma
a las gallinas y me tira una blanca
clavícula. Me la pongo en torno al cuello
y me marcho a través de la amarga pelusa.
Infiel es mi amante
sé que a veces vuela
con zapatos altos hacia la ciudad,
besa en los bares con la pajita
las copas en la boca, hasta el fondo,
y se le ocurren palabras para todos.
Pero yo no entiendo ese idioma.
Yo he visto el país de niebla
he comido el corazón de niebla.
29 jun 2022
20 oct 2021
La actitud del pintor
Paisaje de otoño con cuatro árboles (1885), de Vincent van Gogh |
(GOGH, Vincent van. Cartas a Theo. Barcelona: Paidós, 2004, p. 88).
12 oct 2021
Amapolas en octubre
Ni siquiera las nubes soleadas pueden vestir esta mañana tales faldas.
Ni la mujer en la ambulancia
cuyo corazón rojo florece tan pasmosamente a través de su amigo…
Un obsequio, un regalo de amor
no pretendido en absolutopor un cielo
que pálida y flamantemente
enciende sus monóxidos de carbono, por ojos
inmóviles y abotargados bajo bombines
Dios mío, qué soy yo
para que estas bocas tardías alcen su voz
en un bosque de escarcha, en un alba de acianos.
(PLATH, Sylvia. Ariel. Madrid: Nórdica Libros, 2020, p. 31).
Ni la mujer en la ambulancia
cuyo corazón rojo florece tan pasmosamente a través de su amigo…
Un obsequio, un regalo de amor
no pretendido en absolutopor un cielo
que pálida y flamantemente
enciende sus monóxidos de carbono, por ojos
inmóviles y abotargados bajo bombines
Dios mío, qué soy yo
para que estas bocas tardías alcen su voz
en un bosque de escarcha, en un alba de acianos.
(PLATH, Sylvia. Ariel. Madrid: Nórdica Libros, 2020, p. 31).
7 ago 2021
Amor en la naturaleza
Cómo aman las flores
el sol
¡Aquí parpadea!
How flowers love
the sun
Blinking there!
(KEROUAC, Jack. Libro de haikus. Madrid: Bartleby, 2007, p. 48-49).
el sol
¡Aquí parpadea!
How flowers love
the sun
Blinking there!
(KEROUAC, Jack. Libro de haikus. Madrid: Bartleby, 2007, p. 48-49).
2 may 2021
15 mar 2021
Descubrimientos
Lluvia dorada llena de mitos de amor (2018), de Li-Shu Chen
|
«No somos los primeros en haber visto el
polvo de Asia Menor en verano, ni sus piedras calientes al rojo vivo, ni las
islas que huelen a sal y a hierbas aromáticas, ni el cielo ni el mar
rabiosamente azules. Todo ha sido ya probado y experimentado en mil ocasiones,
pero, con frecuencia, no ha sido narrado, las palabras que lo contaban no han
subsistido, o bien, si es que lo han hecho, no han sido inteligibles para
nosotros o ya no nos conmueven. Igual que las nubes en el cielo vacío, nos formamos
y disipamos sobre ese fondo de olvido».
(YOURCENAR, Marguerite. El laberinto del mundo. Madrid: Alfaguara, 2012, p. 297).
24 may 2019
Recuerdos de una infancia
«Mas
no vayamos demasiado aprisa: rodaríamos sin querer por la cuesta que nos
devuelve al presente. Contemplemos más bien ese mundo en donde el hombre no
estorba todavía, esas pocas leguas de bosque cortado por algunas landas, que se
extienden casi sin interrupción desde Portugal hasta Noruega, desde las dunas
hasta las futuras estepas rusas. Recreemos dentro de nosotros ese océano verde –no
inmóvil, como lo son las tres cuartas partes de nuestras reconstrucciones del
pasado–, sino moviéndose y cambiando en el transcurso de las horas, de los días
y de las estaciones, que fluyen sin haber sido computados por nuestros
calendarios ni por nuestros relojes. Contemplemos cómo enrojecen en otoño los
árboles de hoja caduca, y cómo mecen los abetos en primavera sus hojas
recientes, cubiertas aún de una delgada cápsula parda. Bañémonos en ese
silencio casi virgen de ruidos de voces y herramientas humanas, sólo
interrumpido por los cantos de los pájaros o su llamada de aviso cuando algún enemigo,
ardilla o comadreja, se acerca; el zumbido de miríadas de mosquitos, a un mismo
tiempo depredadores y presas; el gruñido de un oso que busca un panal de miel
en la hendidura de un árbol, mientras las abejas lo defienden zumbando, o
asimismo el estertor de un ciervo atacado por un lobo cerval.
18 may 2019
24 jun 2018
2 dic 2017
Pronto estará aquí el vencedor del invierno
Pronto estas ligaduras de hielo
desatarán y fundirán –
Un momento,
Y el aire, el suelo, la ola, bañados estarán de dulzura, de
Flores y de vida – mil
formas surgirán,
De esta tierra muerta y de estos hielos, como de sepulturas
Escondidas,
Tus ojos, tus oídos – todos tus nobles atributos – todo lo que goza de la belleza
natural,
Despertarán y se llenarán.
13 ago 2017
19 mar 2017
16 jun 2016
El Túnel del Amor
Tanto
si uno está enamorado como si no, atravesar
el Túnel del Amor,
ubicado a las afueras del pequeño pueblo ucraniano de Klevan, es un hechizo sin esfuerzo ni
protección.
Se trata de un sublime pasadizo perfectamente moldeado y que nació
de la interacción entre la naturaleza y el ser humano. La frondosa vegetación cubre esta antigua vía por donde todavía circulan los trenes con destino a una
fábrica de madera. Las ramas apenas permiten traslucir el
sol... no obstante, la tenue luz se vislumbra entre las hojas y ofrece más
misticismo a este enclave propio de un cuento de hadas.
Localmente es conocido
como “Тоннель любви” (“Túnel del Amor” en ruso), por la gran atracción que despierta
en las parejas de visitantes que se animan a cruzarlo.