Para LEJOS, en toda su proximidad
«La palabra “acompañar” es una de las más hermosas de la lengua castellana.
Aparece ya en el Cantar de Mío Cid (1140); en su etimología encierra el compartir el pan.
Acompañar, quizá la forma clásica de la atención, que es la virtud primera del ser humano, ligera con entrambas alas (el ser atento y el estar atento).