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30 sept 2024

El espíritu del otoño

Puente bajo la lluvia (1887),
de Vincent van Gogh
Tendré que hablar del espíritu del otoño
ahora que septiembre
ha llegado a su fin. (Espíritu
es palabra sospechosa: no hay
hipócrita que no se abrigue
a su sombra). ¿Será
la embriaguez? ¿El viento matinal
arrastrando hojas
muchachas canciones?
¿El soplo frío de las estrellas?
¿Será la belleza,
el espíritu del otoño? Hay un límite
para el hombre, un límite
para soportar el peso del mundo.
De la belleza, de la bárbara
orgullosa belleza, ¿quién sabe defenderse
sin miedo de que le reviente el corazón?

21 jun 2024

Volvamos a empezar, pues

El patio azul (1915), de Santiago Rusiñol
Volvamos a empezar pues, las manos
palma con palma.
Di, no digas, la palabra.
¿Tendrán sentido aún las palabras?
¿Habrá otro verano, otro mar
para las palabras?
Van de ola en ola,
de ola en ola van borradas.
¿Seremos nosotros, tú y yo, las palabras?
¿Dónde nos llevan, en este crepúsculo,
así palma con palma,
cogidos de la mano?


Recomecemos então

Recomecemos então
palma con palma
Diz, não digas, a palavra.
As palavras terão sentido ainda?
Haverá outro verão, outro mar
para as palavras?
Vão de vaga em vaga,
De vaga em vaga vão apagadas.
Seremos nós, tu e eu, as palabras?
Onde nos levam, neste crepúsculo,
Assim palma com palma,
de mãos dadas?

9 abr 2018

Lluvia


Belleza abstracta (8),  de Li-Shu Chen
Todo el día la lluvia ha ocultado
tu rostro
Cerraba los ojos para verte.
Frente a mí un cielo de abril
traído por tu risa
menuda o por el trigo grano a grano.
Sólo con los ojos cerrados veo
la ciudad
donde te pierdo con los ojos abiertos.
Así me duermo  -la lluvia
encendida en lugar de tu rostro.


(ANDRADE, Eugénio de. Los surcos de la sed. Madrid: Calambur, 2001, p. 55).

15 oct 2016

Surcos


El paseo, cayendo hojas  (1889),  de Vincent van Gogh
¿De qué lado has visto llegar
el otoño? ¿Por qué ventana
lo has dejado entrar? ¿Eres tú quien
canta en sordina, o la luz
espesa de sus hojas?
¿En qué río te desvistes para soñar?
¿Es conmigo con quien vuelves
a tener quince años y corres
contra el viento hasta perderte
en la curva de la carretera?
¿A quién das la mano y confías
un secreto? Cuéntame,
cuéntame, para que pueda habitar
uno a uno mis días.


(ANDRADE, Eugénio de. Los surcos de la sed. Madrid: Calambur, 2001, p. 79).

25 ago 2016

Algunos días de agosto


Impresión, sol naciente (1873), de Claude Monet
No tardará en llegar a su fin
este agosto que te ha visto pasar con la luz
a tus pies. Somos eternos, decías.
Yo pensaba sólo en la condena
del alma al faltarle el alimento
que le traías. Ahora la ciudad vive
del peso inconmensurablemente muerto
de los días sin tu presencia. Dejo
que la mano corra sobre el papel intentando
captar el eco de una palabra,
una señal de quien en un lugar cualquiera
resplandece, y confía al viento el secreto
de nuestra tan precaria eternidad.


(ANDRADE, Eugénio de. Los surcos de la sed. Madrid: Calambur, 2001, p. 77).