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13 dic 2023

Como llenarte soledad sino contigo misma

Paisaje de otoño al anochecer (1885)
de Vincent van Gogh
«Encuentro saludable el estar solo la mayor parte del tiempo. La compañía, aun la mejor, cansa y pronto es una pérdida de tiempo. Me encanta estar solo. Jamás di con compañía más acompañadora que la soledad. La más de las veces solemos estar más solos los hombres que cuando nos encerramos en nuestro cuarto. El hombre que piensa o trabaja está siempre solo, doquiera se encuentre. La soledad no se mide por la distancia que media entre una persona y otra. El estudiante verdaderamente diligente es tan solitario en una de las pobladas colmenas de Cambridge College como el derviche en medio del desierto.

2 nov 2023

Camposanto en la serranía

Personajes y pájaros en un
paisaje nocturno
(1978), de Joan Miró

Callado se lo tiene
su secreto el silencio, y se lo dice
al oído a los muertos.



(GALLEGO, Vicente. Saber de grillos. Madrid: Visor Libros, 2015, p. 45).

12 jul 2023

Del amor ha sido la falta

A summer night (1890), de Albert Joseph Moore
Aquí ya está el milagro
aquí, a medio camino
entre la bendición, entre el silencio,
y la fecundación y la lujuria
y la luz sin fatiga.
¿Y la semilla de la profecía,
la levadura del placer que amasa
sexo y canto?

17 may 2022

Silencio nocturno

Camino de estrellas, de Li-Shu Chen
Noche de primavera
el silencio
De las estrellas


Spring night
the silence
of the stars



(KEROUAC, Jack. Libro de haikus. Madrid: Bartleby, 2007, p. 208-209).

20 dic 2020

Legado

Templo en Kyoto (Japón)
El sonido del silencio
es toda la enseñanza
Que recibirás


The sound of silence
is all the instruction
You’ll get



(KEROUAC, Jack. Libro de haikus. Madrid: Bartleby, 2007, p. 124-125).

6 nov 2020

Silencio


SILENCIO. Silencio.
La creación y el cielo...
–¡Qué copulativa
esa y de enmedio!–
Dios me ha dado un mundo.
Pero, ¿cómo? Hecho.
Pero, ¿cuándo? Ahora.
Pero, ¿qué? Silencio.
Silencio. Preguntó:
¡habla!... Nada: ¡viento!
un va-y-ven de frío
sobre cerca y lejos.

20 sept 2020

Sin oírnos

Ocaso en Montseny – (Barcelona, España)
El sol declina
y la noche se anuncia
                        serenando las voces
                       
queda llegar hasta un silencio
jamás nombrado,
                        no para decirlo
                                               para escuchar sin oírnos
                                                                       para acoger el olvido.


(MUJICA, Hugo. Y siempre después del viento. Madrid: Visor, 2011, p. 61).

11 sept 2019

Lenguaje y silencio

Safo escucha a Alceo  (1881)de Lawrence Alma-Tadema
«El lenguaje es el que arranca al hombre de los códigos de señales deterministas, de lo inarticulado, de los silencios que habitan la mayor parte del ser. Si el silencio hubiera de retornar a una civilización destruida, sería un silencio doble, clamoroso y desesperado por el recuerdo de la Palabra».

(STEINER, George. Lenguaje y silencio. 2ª ed. Madrid: Gedisa, 2000, p. 15).

19 jul 2019

Percepciones 2


«Para el que posee percepción, un simple signo es suficiente.
Para el que realmente no está atento, mil explicaciones no le bastan».


(SHAH, Idries. El camino del sufí. Buenos Aires: Paidós, 1978, p. 265).

4 ene 2019

Tres palabras extrañas


Cuando pronuncio la palabra Futuro,
la primera sílaba pertenece ya al pasado.
Cuando pronuncio la palabra Silencio,
lo destruyo.
Cuando pronuncio la palabra Nada,
creo algo que no cabe en ninguna no-existencia.


Las tres palabras más extrañas, de Wislawa Szymborska

12 ene 2018

Mi corazón no puede más de triste


Sra. Kupka entre verticales (1910-1911),  
de František Kupka
Mi corazón no puede con la carga
de su amorosa y lóbrega tormenta,
y hasta mi lengua eleva la sangrienta
especie clamorosa que lo embarga.

Ya es corazón mi lengua lenta y larga,
mi corazón ya es lengua larga y lenta...
¿Quieres contar sus penas? Anda y cuenta
los dulces granos de la arena amarga.

Mi corazón no puede más de triste:
con el flotante espectro de un ahogado
vuela en la sangre y se hunde sin apoyo.

Y ayer, dentro del tuyo, me escribiste
que de nostalgia tienes inclinado
medio cuerpo hacia mí, medio hacia el hoyo.


(HERNÁNDEZ, Miguel. El rayo que no cesa. 9ª ed. Madrid: Espasa-Calpe, 1978, p. 39-40).

18 oct 2015

La masificación de las palabras

«No digo que los escritores deban dejar de escribir. Esto sería fatuo. Me pregunto si no están escribiendo demasiado, si el diluvio de letra impresa a través del cual luchamos por abrirnos paso, aturdidos, no representa por sí mismo una subversión del significado. “Una civilización de palabras es una civilización malsana.” Es una civilización donde la inflación constante de la moneda verbal ha devaluado de tal modo lo que antes fuera un acto numinoso de comunicación que lo válido y lo verdaderamente nuevo ya no pueden hacerse oír. Cada mes  debe fabricar su obra maestra, de manera que las prensas empujan a la mediocridad a un esplendor espurio y transitorio.

21 jul 2015

El espejo de la aurora



La Aurora (1881), 
de William-Adolphe Bouguereau
«En la noche más cerrada y oscura del firmamento que llamamos cielo, sin que se sepa el porqué, se transforma su lisa negrura en un espejo. Ni luna ni estrellas andan en ello, y no hay que preguntarse, en este caso, por qué esta noche, de alma también, y ante todo, es el espejo, el fondo de un espejo, de una vida, de vida y de ser; espejo ni tan siquiera velado, rasgado, velo de la luz que no cesa. Y entonces palabra no hay; aunque fuera en el más hondo abismo de la tierra, en el más afligido corazón se da el espejo de la luz que no cesa. Y como no permanece, mas ha de volver, es también una aurora allí en el polo, en el centro de la oscuridad y la mudez, del silencio, del olvido del no-ser».


(ZAMBRANO, María. De la aurora. Madrid: Turner, 1986, p. 120).

23 nov 2014

Pecado de silencio



Artes, Música  (1898),  de Alfons Mucha
«Es la más grave de todas mis culpas pero, en fin, la he cometido. Pequé de silencio ante ti y ante mí. Cuando el silencio se instala dentro de una casa, es muy difícil hacerlo salir; cuanto más importante es una cosa, más parece que queremos callarla. Parece como si se tratara de una materia congelada, cada vez más dura y masiva: la vida continúa por debajo, sólo que no se la oye. Woroïno estaba lleno de un silencio que parecía cada vez mayor y todo silencio está hecho de palabras que no se han dicho. Quizás por eso me hice músico. Era necesario que alguien expresara aquel silencio, que le arrebatara toda la tristeza que contenía para hacerlo cantar. Era preciso servirse para ello, no de las palabras, siempre demasiado precisas para no ser crueles, sino simplemente de la música, porque la música no es indiscreta y cuando se lamenta no dice por qué. Se necesitaba una música especial, lenta, llena de largas reticencias y sin embargo verídica, adherida al silencio para acabar por meterse dentro de él. Esa música ha sido la mía. Ya ves que no soy más que un intérprete, me limito a traducir. Pero sólo traducimos nuestras emociones: siempre hablamos de nosotros mismos».


(YOURCENAR, Marguerite. Alexis o el tratado del inútil combate.  Madrid: Alfaguara, 1992, p. 38-39).