Ágora donde iniciar historias sobre libros, naturaleza, arte y poesía; donde hallar las palabras soñadas o queridas, sin la perspectiva del tiempo... como en una biblioteca.
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6 jul 2020
16 abr 2017
Don Quijote
Lectura (1932), de Pablo Picasso
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«Marco Polo había dictado su libro de las
maravillas en la cárcel de Génova.
Exactamente tres siglos después, Miguel de
Cervantes, preso por deudas, engendró a don Quijote de la Mancha en la cárcel
de Sevilla.
Y ésa fue otra aventura de la libertad,
nacida en prisión.
Metido en su armadura de latón, montado en
su rocín hambriento, don Quijote parecía destinado al perpetuo ridículo. Este
loquito se creía personaje de novela de caballería y creía que las novelas de
caballería era libros de historia.
Pero los lectores, que desde hace siglos nos
reímos de él, nos reímos con él. Una escoba es un caballo para el niño
que juega, mientras el juego dura, y mientras dura la lectura compartimos las
estrafalarias desventuras de don Quijote y las hacemos nuestras. Tan nuestras
las hacemos que convertimos en héroe al antihéroe, y hasta le atribuimos lo que
no es suyo. Ladran, Sancho, señal que cabalgamos es la frase que los
políticos citan con más frecuencia. Don Quijote jamás la dijo.
25 abr 2013
Escrutinio libresco
Vrindaban (1965), de Octavio Paz
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–No –dijo la sobrina–; no hay qué perdonar a
ninguno porque todos han sido los dañadores; mejor será arrojadlos por las
ventanas al patio y hacer un rimero dellos, y pegarles fuego; y si no,
llevarlos al corral, y allí se hará la hoguera, y no ofenderá el humo.
21 abr 2012
Del poco dormir y del mucho leer
«En
resolución, él se enfrascó tanto en su lectura, que se le pasaban las noches
leyendo de claro en claro, y los días de turbio en turbio; y así, del poco
dormir y del mucho leer se le secó el cerebro de manera, que vino a perder el
juicio. Llenósele la fantasía de todo aquello que leía en los libros, así de
encantamentos como de pendencias, batallas, desafíos, heridas, requiebros,
amores, tormentas y disparates imposibles; y aséntosele de tal modo en la
imaginación que era verdad toda aquella máquina de aquellas soñadas invenciones
que leía, que para él no había otra historia más cierta en el mundo».
(CERVANTES, Miguel de. El ingenioso hidalgo Don
Quijote de la Mancha. Parte I. Barcelona: Círculo de
Lectores, 1982, p. 65).