Separación (1900), de Edvard Munch |
Ágora donde iniciar historias sobre libros, naturaleza, arte y poesía; donde hallar las palabras soñadas o queridas, sin la perspectiva del tiempo... como en una biblioteca.
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15 mar 2024
Las ovejas y los lobos
27 ene 2024
24 dic 2022
A esos cuatro amigos
La vara con que mido lo que os quiero
me la ha prestado el sol,
gente mía de andarnos por las cumbres
con lo puesto y sin más, mis cuatro amigos
capaces de mirarme, de decirme
lo que se callan otros, de callarse
lo que otros me dirían,
y de pasar por alto, finalmente,
lo que dije y dijeron, para entrarnos
en madrugada juntos, en faena
de hombres, de alegría.
(GALLEGO, Vicente. Saber de grillos. Madrid: Visor Libros, 2015, p. 50).
me la ha prestado el sol,
gente mía de andarnos por las cumbres
con lo puesto y sin más, mis cuatro amigos
capaces de mirarme, de decirme
lo que se callan otros, de callarse
lo que otros me dirían,
y de pasar por alto, finalmente,
lo que dije y dijeron, para entrarnos
en madrugada juntos, en faena
de hombres, de alegría.
(GALLEGO, Vicente. Saber de grillos. Madrid: Visor Libros, 2015, p. 50).
11 oct 2022
29 ago 2022
18 feb 2021
2 nov 2020
1 sept 2017
Celebración de la desconfianza
Entre la esperanza y el
miedo (1876), de Lawrence Alma-Tadema
|
«El primer día de clase, el profesor trajo
un frasco enorme:
–Esto está lleno de perfume –dijo a
Miguel Brun y a los demás alumnos–. Quiero medir la percepción de cada uno
de ustedes. A medida que vayan sintiendo el olor, levanten la mano.
Y destapó el frasco. Al ratito nomás, ya
había dos manos levantadas. Y luego cinco, diez, treinta, todas las manos
levantadas.
–¿Me
permite abrir la ventana, profesor? –suplicó una alumna, mareada de tanto
olor a perfume, y varias voces le hicieron eco.
26 jun 2017
17 jul 2016
Si...
pierden
la suya y te culpan por ello;
Si
puedes confiar en ti mismo cuando todos los hombres
dudan
de ti, pero permitirles también dudar;
Si
puedes esperar y no cansarte de esperar,
O
siendo calumniado no intervenir en las mentiras,
O
siendo odiado, no dar lugar al odio,
Y no
parecer demasiado bueno, ni demasiado sabio.
17 dic 2015
12 sept 2015
12 jun 2015
28 ago 2014
El león y la zorra
Fratellini (1927), de Joan Miró
|
«Deseando el león matar diversos animales
para alimentarse de su carne se fingió enfermo, y con este engaño entraban
muchos en su cueva y los devoraba. Llegó asimismo la zorra, pero temiendo al
león, le dijo desde fuera que sentía mucho su enfermedad.
-
¿Por qué no entras? –le preguntó el león–. Desconfías acaso de mí, cuando estoy
tan débil que apenas puedo menearme? No temas, pues, entra sin recelo.
-
No lo haré seguramente –respondió la astuta zorra–, porque veo huellas de los
que han entrado, pero no las veo de que hayan salido».
No
debemos fiar ciegamente en lo que nos dicen; ni creer todas las palabras, según
quien sea el que las pronuncie.
(ESOPO.
Fábulas. [San Salvador?: s.n., s.a., p. 25-26).