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27 mar 2014

Unas pocas palabras...

En el tepidario (1881)de Lawrence Alma-Tadema
Unas pocas palabras
en tu oído diría. Poca es la fe de un hombre incierto.
Vivir mucho es oscuro, y de pronto saber no es conocerse.
Pero aún así diría. Pues mis ojos repiten lo que copian:
tu belleza, tu nombre, el son del río, el bosque,
el alma a solas.

17 may 2012

La distancia más corta


Diferenciade Joan Miró
   «La distancia más corta entre dos personas no es la línea recta, es la línea curva de los labios que se besan. El beso une, reúne y unifica. Más que el coito, más que el abrazo, más que la palabra. El beso se da y se recibe al tiempo, se comparte y coprotagoniza. Se puede violar a alguien, pero no se puede besar a alguien que no participe. Los seres humanos sabemos mentir y engañar, pero no se puede besar y mentir al tiempo. Se nota enseguida».

(GÁNDARA MÁRTIN, Jesús de la. El planeta de los besos. 2ª ed. Barcelona: Euromedice, 2008,  p. 183).

17 abr 2012

Todo está en los libros... y en los besos


El beso (1891)de Lawrence Alma-Tadema
   «Para la especie humana los labios, la boca y la nariz son muy importantes, y en consonancia tienen una parte muy grande del cerebro ocupándose de ellos. No en vano por los labios entra y se va la vida. Por ellos pasan las canciones de cuna y las mentiras, el beso apasionado y las tiernas caricias. Besar es mucho más que tocar con los labios, más que un instinto básico; es un comportamiento natural muy cultivado, que integra genética y aprendizaje, crianza y erótica, biología y cinematografía. Parafraseando el famoso “todo está en los libros”, podríamos asegurar que “todo está en los besos”».


(GÁNDARA MÁRTIN, Jesús de la. El planeta de los besos. 2ª ed. Barcelona: Euromedice, 2008, p. 23).

7 ene 2012

En el principio fue el beso

El beso (1807-08),  de Gustav Klimt
«La poesía y el beso son parientes íntimos. Desde Salomón a Machado no hay más que una larga sucesión de besos y fonemas, revelaciones sonoras de la intimidad humana en la que la verdad y la belleza se aúnan para comunicarnos, para hacer existente lo inefable, para dar y solicitar vida y temblor. Escuchar un poema bellísimo es como recibir un beso en el cuello, en el lóbulo de la oreja, y sentir ese temblor que te llega a lo más íntimo. Los besos y los versos vienen de los labios».


(GÁNDARA MÁRTIN, Jesús de la. El planeta de los besos. 2ª ed. Barcelona: Euromedice, 2008, p. 7).