30 dic 2022

¡Adiós, Corazón mío!

¿Por qué, Corazón mío, vas despacio?,
¿por qué vuelves atrás?, ¿por qué te escapas?
Tu esperanza se te ha adelantado:
de todo lo que de aquí se ha despedido.
¡Ahora también tú debes marcharte!
Pasa la luz con el pasar del año,
y el hombre y la mujer;
y todo lo que aún te es más querido
atrae la destrucción, repele el marchitarte,
sonríe el blando cielo, el triste viento cerca
susurra. ¡Es Adonais el que llama!
Oh, corre allá deprisa, que no aparte la vida
lo que la muerte puede unir.

24 dic 2022

A esos cuatro amigos

La vara con que mido lo que os quiero
me la ha prestado el sol,
gente mía de andarnos por las cumbres
con lo puesto y sin más, mis cuatro amigos
capaces de mirarme, de decirme
lo que se callan otros, de callarse
lo que otros me dirían,
y de pasar por alto, finalmente,
lo que dije y dijeron, para entrarnos
en madrugada juntos, en faena
de hombres, de alegría.



(GALLEGO, Vicente. Saber de grillos. Madrid: Visor Libros, 2015, p. 50).

19 dic 2022

La ventolera

Pandora (1881), de Lawrence Alma-Tadema 
«Silba el viento dentro de mí.
Estoy desnudo. Dueño de nada, dueño de nadie, ni siquiera dueño de mis certezas, soy mi cara en el viento, a contraviento, y soy el viento que me golpea la cara».



(GALEANO, Eduardo. El libro de los abrazos. 34ª reimp. Madrid: Siglo XXI de España, 2015, p. 258).

5 dic 2022

Amanecida

Santorini, de Li-Shu Chen
Dentro de poco saldrá el sol. El viento,
aún con su fresca suavidad nocturna,
lava y aclara el sueño y da viveza,
incertidumbre a los sentidos. Nubes,
de pardo ceniciento, azul turquesa,
por un momento traen quietud, levantan
la vida y engrandecen su pequeña
luz. Luz que pide, tenue y tierna, pero
venturosa, porque ama. Casi a medio
camino entre la noche y la mañana,
cuando todo me acoge, cuando hasta
mi corazón me es muy amigo,

28 nov 2022

Homero

Héroe (1898), de Lawrence Alma-Tadema
«La Gran Biblioteca lo adquiría todo, desde poemas épicos a libros de cocina. En medio de ese océano de letras, los estudiosos debían elegir a qué autores y obras dedicaban su esfuerzo. No había discusión posible sobre el gran protagonista de la literatura griega, y en él se especializaron. Alejandría se convirtió en la capital homérica.

21 nov 2022

Mi invitada de noviembre

Paisaje bajo la lluvia (1890), de Vincent Van Gogh
Mi Tristeza, cuando está aquí conmigo
piensa que estos oscuros días de lluvias otoñales
son los días más hermosos que puedan existir;
ama al desnudo, al maltratado árbol;
pasea por el sendero encharcado del prado.

16 nov 2022

La Biblioteca de Babel

Abstracto (1935), de Joan Miró

«Quizá me engañen la vejez y el temor, pero sospecho que la especie humana –la única– está por extinguirse y que la Biblioteca perdurará, iluminada, solitaria, infinita, perfectamente inmóvil, armada de volúmenes preciosos, inútil, incorruptible, secreta».

(BORGES, Jorge Luis. Narraciones. 9ª ed. Madrid: Cátedra, 1994, p. 113).

10 nov 2022

Las palabras permanecen

«Así que también Aurora tiene una historia que contar. Una historia que ha permanecido como aletargada hasta hoy, esperando un estímulo, una súbita brisa que avive las brasas hasta convertirlas en hoguera. Y ahora ya sabe con certeza que los relatos no son inocentes, no del todo inocentes, y que no es verdad que a las palabras se las lleve tan fácilmente el viento. No es verdad. Todo cuanto se dice queda ya dicho para siempre, y solo con la muerte se consuma por completo el olvido y se logra el silencio, y con él, la paz definitiva».


(LANDERO, Luis. Lluvia fina. Barcelona: Tusquets, 2019, p. 261).

7 nov 2022

El descubrimiento de hoy en nuestro paseo por el campo

Siete de noviembre
El último
Frágil grillo



November the seventh
The last
Faint cricket



(KEROUAC, Jack. Libro de haikus. Madrid: Bartleby, 2007, p. 22-23).

31 oct 2022

El otoño

Tannenwald (1902), de Gustav Klimt.
Encanto de tus otoños infantiles, seducción de una época del año que es la tuya, porque en ella has nacido.
La atmósfera del verano, densa hasta entonces, se aligeraba y adquiría una acuidad a través de la cual los sonidos eran casi dolorosos, punzando la carne como la espina de una flor. Caían las primeras lluvias a mediados de septiembre, anunciándolas el trueno y el súbito nublarse del cielo, con un chocar acerado de aguas libres contra prisiones de cristal. La voz de la madre decía: "Que descorran la vela", y tras aquel quejido agudo (semejante al de las golondrinas cuando revolaban por el cielo azul sobre el patio), que levantaba el toldo al plegarse en los alambres de donde colgaba, la lluvia entraba dentro de la casa, moviendo ligera sus pies de plata con rumor rítmico sobre las losas de mármol.

27 oct 2022

La pintura como vida

Autoretrato con sombrero de fieltro,
(1887), de Vincent van Gogh
«¡Lástima que la pintura cuesta tan cara! Esta semana tenía menos problemas que las otras, así pues me dejé ir; hubiera gastado el billete de cien en una semana, pero al cabo de ella tendría mis cuatro cuadros, e incluso agregando el precio de todo el color utilizado, la semana no habría sido un fracaso. Cada día me he levantado muy temprano, he comido y he cenado bien, he podido trabajar asiduamente sin sentirme desfallecido. Pero ahí tienes, vivimos en días en que lo que uno hace no tiene salida. No sólo no se vende, tal como ves en Gauguin; uno quisiera pedir prestado sobre cuadros realizados y no encuentra nada, incluso cuando esas cantidades son insignificantes y los trabajos importantes. Ya ves como estamos en manos de la casualidad. Y temo que nuestra vida apenas cambie. A menos que preparemos vidas más ricas a los pintores que marchen sobre nuestras huellas, lo que ya sería algo.

24 oct 2022

Hoy es tu día


Biblioteca de Thionville (Francia)

Joven lector, joven lectora:
Si te atreves a entrar en la Biblioteca que hay en tu barrio, en tu escuela o en tu ciudad, regresarás distinto, con luces inesperadas en los ojos, con chispas nuevas en tu corazón.
Si ya has entrado, y te detienes un segundo y recorres con la mirada los estantes, tal vez te sobrecoja el silencio y la quietud que preserva a ese mundo, pero no te equivoques, nada más lejos de la realidad, porque el silencio es una de las llaves del secreto y la quietud un engaño para disuadir a los que llegan sin confianza.

21 oct 2022

Mar en otoño


El embravecido sonido

de las olas en otoño

He caminado de la mañana a la noche.



(SANTÔKA, Taneda. Saborear el agua: 100 haikus de un monje zen. Madrid: Hiperión, 2004, p. 55).

14 oct 2022

Este cielo

Otoño en mi ciudad, de Olga Kvasha
El brillo del crepúsculo
llamarada del día
que proclama que el día ha terminado
cuando aún es de día.

El acorde final que,
resonante,
dice el fin de la música
mientras la música se oye todavía.

Este cielo de otoño
su imagen remansada en mis pupilas,
piadosa moratoria que la tarde concede
a la débil penumbra que aún me habita.



(GONZÁLEZ, Ángel. El otoño y otras luces. Barcelona: Tusquets, 2001, p. 19).

6 oct 2022

Creer

Imperceptible,


el viento
acaricia la arboleda que roza,
desprende las hojas en las que se despide.

Creer, orar, es palpitar el nacer.
en cada brizna que va muriendo.



(MUJICA, Hugo. Y siempre después del viento. Madrid: Visor, 2011, p. 38).

23 sept 2022

Van Gogh

El viñedo rojo (1888), de Vincent van Gogh

«Cuatro tíos y un hermano estaban dedicados al comercio de obras de arte, pero él consiguió vender un cuadro, sólo uno, en toda su vida. Por admiración o por lástima, la hermana de un amigo le pagó cuatrocientos francos por un óleo, El viñedo rojo, pintado en Arles.

Más de un siglo después, sus obras son noticia en las páginas financieras de diarios que jamás leyó, son las pinturas más cotizadas en galerías de arte donde nunca entró, las más vistas en museos que ignoraron su existencia y las más admiradas en academias que le aconsejaron que se dedicara a otra cosa.

13 sept 2022

Palabras

Penélope y los pretendientes (1912),
de John William Waterhouse
Hachas
Tras cuyo golpe el bosque reverbera,
¡y los ecos!
Ecos que viajan
desde el centro como caballos.

La savia
aflora como el llanto, como
el agua que persigue
restablecer su espejo
sobre la roca

6 sept 2022

El meollo de la vida

El bote blanco (1905) de Joaquín Sorolla.
«Ficciones y delirios son tomados por sólidas verdades mientras que la realidad se nos antoja fabulosa. Si los hombres contemplaran sólo realidades y se sustrajeran al engaño, la vida, comparándola con lo que conocemos, sería como un cuento de hadas, algo digno de Las mil y una noches. Si respetáramos solamente lo que es inevitable y tiene derecho a ser, la música y la poesía resonarían por las calles. Cuando actuamos sin prisas y con prudencia, nos damos cuenta de que sólo lo grande y valioso posee existencia permanente y absoluta y de que las cuitas y placeres vanos no son sino sombra de la realidad. Ello resulta estimulante, sublime. Cerrando los ojos y dormitando, en cambio, dejando que las apariencias les engañen, los hombres establecen y confirman por doquier su vida diaria de rutina y hábito sobre bases puramente ilusorias. Los niños, que juegan a la vida, disciernen su verdadera ley y relaciones con más claridad que los adultos, quienes no logran vivirla dignamente, pero se creen más sabios por su experiencia, es decir, por sus fracasos».


(THOREAU, Henry David. Walden o la vida en los bosques. Barcelona: Juventud, 2010, p. 125).

24 ago 2022

Mar a mediodía

En este respirarme
en la amplitud del día,
¿qué es música, qué aliento?


(GALLEGO, Vicente. Saber de grillos. Madrid: Visor Libros, 2015, p. 37).

21 ago 2022

Jaleo en la biblioteca

Chicas preciosas suben corriendo
los escalones de la biblioteca
con esas minifaldas


Beautiful young girls running
up the library steps
with shorts on



(KEROUAC, Jack. Libro de haikus. Madrid: Bartleby, 2007, p. 26-27).

3 ago 2022

Cielo de agosto

Shed with Sunflowers (1887)
 de Vincent van Gogh
Ahora necesito más que nunca
mirar al cielo. Ya sin fe y sin nadie,
tras este seco mediodía, alzo
los ojos. Y es la misma verdad de antes
aunque el testigo sea distinto. Riesgos
de una aventura sin leyendas ni ángeles,
ni siquiera ese azul que hay en mi patria.
Vale dinero respirar el aire,
alzar los ojos, ver sin recompensa,
aceptar una gracia que no cabe
en los sentidos pero les da nueva
salud, los aligera y puebla. Vale
por mi amor este don, esta hermosura
que no merezco ni merece nadie.
Hoy necesito el cielo más que nunca.
No que me salve, sí que me acompañe.



(RODRÍGUEZ, Claudio. Poesía completa (1953-1991). Barcelona: Tusquets, 2001, p. 183).

28 jul 2022

Viajes, lecturas y amigos

«Nuestros viajes, al igual que nuestras lecturas y encuentros con nuestros semejantes, son unos medios de enriquecimiento que no podemos negarnos».

(YOURCENAR, Marguerite. Una vuelta por mi cárcel. Madrid: Alfaguara, 1993, p. 187).

20 jul 2022

El camino no elegido

Dos caminos se abrían en un bosque amarillo,
y triste por no poder caminar por los dos,
y por ser un viajero tan solo, un largo rato
me detuve, y puse la vista en uno de ellos
hasta donde al torcer se perdía en la maleza.

Después pasé al siguiente, tan bueno como el otro,
posiblemente la elección más adecuada
pues lo cubría la hierba y pedía ser usado;
aunque hasta allí lo mismo a cada uno
los había gastado el pasar de las gentes,

y a ambos por igual los cubría esa mañana
una capa de hojas que nadie había pisado.
¡Ah! ¡El primero dejé mejor para otro día!
Aunque tal y como un paso aventura el siguiente,
Dudé si alguna vez volvería a aquel lugar.

Seguramente esto lo diré entre suspiros
en algún momento dentro de años y años:
dos caminos se abrían en un bosque, elegí…
elegí el menos transitado de ambos,
y eso supuso toda una diferencia.

13 jul 2022

Compañero fiel

Cerrado te quedaste, libro mío.
Tú, que con la palabra bien medida
me abriste tantas veces la escondida
vereda que pedía mi albedrío,
esta noche de julio eres un frío
mazo de papel blanco. Tu fingida
lumbre de buen amor está encendida
dentro de mí con no fingido brío.
Pero no has muerto, no, buen compañero
que para vida superior te acreces
el oro que guardaba tu venero
hoy está libre en mí, no en ti, cautivo,
y lo que me fingiste tantas veces,
aquí en mi corazón lo siento vivo.



(SALINAS, Pedro. Antología personal. Madrid: Visor, 1996, p. 12).

5 jul 2022

La urgencia

«Y aquí me detuve, porque eran tantas las cosas que se me ocurrían (memorizar los nombres de todos los árboles del mundo, de todos los minerales, de las flores, los ríos y las estrellas, jugar al póker, bailar el vals, pilotar un barco, contar viejas historias…), y casi todas tan largas y difíciles de aprender, que necesitaría toda la vida solo para intentarlo. Leer, por ejemplo. Apenas había leído nada y ahora de pronto quería leerlo y abarcarlo todo.

21 jun 2022

Paraíso en la infancia

Cuentos de la selva (1895),  de James Jebusa Shannon 
«Tú, que lees este libro, has vivido durante algunos años en un mundo oral. Desde tus balbuceos con lengua de trapo hasta que aprendiste a leer, las palabras solo existían en la voz. Encontrabas por todas partes los dibujos mudos de las letras, pero no significaban nada para ti. Los adultos que controlaban el mundo, ellos sí, leían y escribían. Tú no entendías bien qué era eso, ni te importaba demasiado porque no entendías bien qué era eso, ni te importaba demasiado porque te bastaba hablar. Los primeros relatos de tu vida entraron por las caracolas de tus orejas; tus ojos aún no sabían escuchar. Luego llegó el colegio: los palotes, los redondeles, las letras, las sílabas. En ti se ha cumplido a pequeña escala el mismo tránsito que hizo la humanidad desde la oralidad a la escritura.

Mi madre me leía libros todas las noches, sentada en la orilla de mi cama. Ella la rapsoda; yo, su público fascinado. El lugar, la hora, los gestos y los silencios eran siempre los mismos, nuestra íntima liturgia. Mientras sus ojos buscaban el lugar donde había abandonado la lectura y luego retrocedían unas frases atrás para recuperar el hilo de la historia, la suave brisa del relato se llevaba todas las preocupaciones del día y los miedos intuidos de la noche. Aquel tiempo de lectura me parecía un paraíso pequeño y provisional –después he aprendido que todos los paraísos son así, humildes y transitorios–».


(VALLEJO, Irene. El infinito en un junco: la invención de los libros en el mundo antiguo. 11ª ed. Madrid: Siruela, 2020, p. 98-99).

8 jun 2022

Su belleza

Venus saliendo del baño (1822) de Raphaelle Peale
Venus saliendo del baño (1822), de Raphaelle Peale 
«Su belleza, por cierto, se encuentra aún en crecimiento, madame, decía y no era un simple cumplido».

 

(RILKE, Rainer Maria. Los cuadernos de Malte Laurids Brigge. Buenos Aires: Corregidor, 1977, p. 136).

27 may 2022

De amanecida

 

Amanecer en el bosque
Amanecer en el bosque.


No le apena al rocío lo que llores:
él sabe que tu llanto es su frescura,
tu noche su alborada.



(GALLEGO, Vicente. Saber de grillos. Madrid: Visor Libros, 2015, p. 35).

20 may 2022

De la lectura

El mundo de Sofía,
de Quint Buchholz
«Estar en todas partes es no ir a ninguna parte. Cuando se pasa la vida de un lado a otro se hacen muchos conocidos y ningún amigo. Lo mismo que en los viajes sucede en la lectura; se lee de prisa y corriendo cuando todo se lee sin detenerse en ningún autor. Alimento que se recibe con tal precipitación, ni nutre ni aprovecha. Nada más contrario a una buena curación que el cambiar a menudo de remedios. Una herida no se cicatriza cuando se le aplican de continio distintos aparatos. El árbol que se trasplanta a menudo no adquiere vigor. Nada es tan saludable que pueda serlo de cualquier modo. Leer demasiados libros distrae, pero no enseña. Y ya que no pueden leerse todos, mejor es contentarse con leer algunos».


(SÉNECA, Lucio Anneo. Tratados filosóficos; Cartas. 8ª ed. México: Porrúa, 2003, p. 194).

17 may 2022

Silencio nocturno

Camino de estrellas, de Li-Shu Chen
Noche de primavera
el silencio
De las estrellas


Spring night
the silence
of the stars



(KEROUAC, Jack. Libro de haikus. Madrid: Bartleby, 2007, p. 208-209).

10 may 2022

Diálogo

Yo escribo:
hablo contigo:
hablo conmigo.
Con palabras de agua, llama, aire y tierra
inventamos el jardín de las miradas.



(PAZ, Octavio. Delta de cinco brazos. Barcelona: Galaxia Gutenberg, 1998, p. 117).

4 may 2022

Ngong: al suroeste cerca de Nairobi, en el sur de Kenia

Colinas del Ngong, al suroeste cerca de Nairobi, en el sur de Kenia.

«Yo tenía una granja en África, al pie de las colinas de Ngong. El ecuador atravesaba aquellas tierras a un centenar de millas al norte, y la granja se asentaba a una altura de unos seis mil pies. Durante el día te sentías a una gran altitud, cerca del sol, las primeras horas de la mañana y las tardes eran límpidas y sosegadas y las noches frías».


(DINESEN, Isak. Memorias de África. Madrid: Alfaguara, 1994, p. 19).

28 abr 2022

El día de las mariposas azules

El día de las mariposas azules
Es el día de las mariposas azules aquí en primavera
y con estas escamas de cielo ráfaga tras ráfaga
hay más colores sin mezclar en vuelo
de los que las flores mostrarán si no se apuran.

Pero estas son flores voladoras y casi cantarinas:
y ahora tras haber sobrevivido al deseo
cerradas se posan bajo el viento y se aferran
a donde las ruedas han sajado el lodazal de abril.

6 abr 2022

Pasión irresistible

«Me ocurre a menudo que hablo u obro con demasiada precipitación, cuando lo mejor sería esperar pacientemente. […] Siendo así, ¿qué debo hacer? ¿Considerarme un hombre peligroso e incapaz de cualquier cosa? No lo creo. Pero debo procurar por cualquier medio sacar de estas pasiones un buen partido. Por ejemplo, para mencionar una entre otras, yo siento una pasión irresistible por los libros; necesito instruirme continuamente, estudiar si quieres, del mismo modo que necesito alimentarme. Tú puedes comprender esto.

31 mar 2022

Memoria olvidadiza



«Todas las personas mayores fueron al principio niños (aunque pocas de ellas lo recuerdan)». Comienzo de ‘El Principito’🌠, de Antoine de Saint-Exupéry.

 

26 mar 2022

Otras veces

El sentimiento de la velocidad (1931), de Salvador Dalí

El sentimiento de la velocidad (1931), de Salvador Dalí

Quisiera estar en otra parte,
mejor en otra piel,
y averiguar si desde allí la vida,
por las ventanas de otros ojos,
se ve así de grotesca algunas tardes.

Me gustaría mucho conocer
el efecto abrasivo del tiempo en otras vísceras,
comprobar si el pasado
impregna los tejidos del mismo zumo acre,
si todos los recuerdos en todas las memorias
desprenden este olor
a fruta madura mustia y a jazmín podrido.

Desearía mirarme
con las pupilas duras de aquel que más me odia,
para que así el desprecio
destruya los despojos
de todo lo que nunca enterrará el olvido.


(GONZÁLEZ, Ángel. Palabra sobre palabra. Barcelona: Seix Barral, 1997, p. 238).

 

22 mar 2022

Reserva invernal a punto

Los primeros días de la primavera (1929), de Salvador Dalí
Llega la primavera
Ajá, todo ese material
De suspiros


Spring is coming
Yep, all that equipment
For sighs



(KEROUAC, Jack. Libro de haikus. Madrid: Bartleby, 2007, p. 136-137).

8 mar 2022

Enheduanna


Enheduanna (2285-2250 a C.)
«La historia de la literatura empieza de forma inesperada. El primer autor del mundo que firma un texto con su propio nombre es una mujer. Mil quinientos años antes de Homero, Enheduanna, poeta y sacerdotisa, escribió un conjunto de himnos cuyos ecos resuenan todavía en los Salmos de la Biblia. Los rubricó con orgullo. Era hija del rey Sargón I de Acad, que unificó la Mesopotamia central y meridional en un gran imperio, y tía del futuro rey Naram-Sim. Cuando los estudiosos descifraron los fragmentos de sus versos, perdidos durante milenios y recuperados solo en el siglo XX, la apodaron “la Shakespeare de la literatura sumeria”, impresionados por su escritura brillante y compleja. “Lo que he hecho nadie lo hizo antes”, escribe Enheduanna.

28 feb 2022

Ven, te acompaño

Para LEJOS, en toda su proximidad

«La palabra “acompañar” es una de las más hermosas de la lengua castellana. 

 

Aparece ya en el Cantar de Mío Cid (1140); en su etimología encierra el compartir el pan.

 

Acompañar, quizá la forma clásica de la atención, que es la virtud primera del ser humano, ligera con entrambas alas (el ser atento y el estar atento).