Nocturno (1911), de František Kupka |
Sólo visto así, como una misión, la de trabajar en la propia persona (“aguzar el oído y darle al martillo día y noche”), deberían los jóvenes hacer uso del amor que les es dado. Consagrarse y entregarse y toda forma de comunicación no es cosa de ellos (pues todavía han de almacenar y recolectar durante mucho, mucho tiempo), eso es la meta final, es quizá aquello para lo que ahora apenas bastan las vidas humanas».
[Cartas
a un joven poeta
A
Frank Xaver Kappus, 14 de mayo de 1904]
(RILKE, Rainer
Maria. Sobre el amor. Madrid: Alianza
Editorial, 2007, p. 17).
No hay comentarios:
Publicar un comentario