«Cuentan que los árboles guardan en el
interior de sus ásperas cortezas, ríos de savia y memoria. Ellos, mudos
testigos del devenir humano, recogen sus vidas y las almacenan en su interior,
por eso, cuando los leñadores cortan sus troncos, afirman que, alguna vez,
escuchan ecos de palabras, murmullos de gentes ya muertas con sus voces
intactas; llantos y risas tan reales que pueden enloquecer a quien los escuche.
Ágora donde iniciar historias sobre libros, naturaleza, arte y poesía; donde hallar las palabras soñadas o queridas, sin la perspectiva del tiempo... como en una biblioteca.
4 dic 2015
1 dic 2015
27 nov 2015
La marcha sobre Berlín
El gran paranoico (1936), de Salvador Dalí
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–¿Gendarmenmarkt, mein Herr? La tarifa normal..., me
refiero a la tarifa del antiguo taxímetro, sería alrededor de un marco.
La noche anterior, el Kurs había subido a dos billones de marcos el dólar. Cuando pasamos por la esquina donde Walter Rathenau había sido asesinado –¿hacía dieciséis meses?, parecía toda una vida–, convinimos en que, puesto que yo no tenía cuatro de los nuevos billetes de cien mil millones de marcos, una moneda de un cuarto de dólar norteamericano bastaría para cubrir el costo del viaje.
La noche anterior, el Kurs había subido a dos billones de marcos el dólar. Cuando pasamos por la esquina donde Walter Rathenau había sido asesinado –¿hacía dieciséis meses?, parecía toda una vida–, convinimos en que, puesto que yo no tenía cuatro de los nuevos billetes de cien mil millones de marcos, una moneda de un cuarto de dólar norteamericano bastaría para cubrir el costo del viaje.
22 nov 2015
El placer de la música
Santa Cecilia (1895), de John William
Waterhouse
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«Me quedaban las noches. Me concedía, cada
noche, unos minutos de música para mí solo. Es cierto que el placer solitario
es un placer estéril, pero ningún placer es estéril cuando nos reconcilia con
la vida. La música nos transporta a un mundo en donde el dolor sigue
existiendo, pero se ensancha, se serena, se hace a la vez más quieto y más
profundo, como un torrente que se transformara en lago. Volvía tarde y no podía
ponerme a tocar una música demasiado ruidosa; además, nunca me ha gustado. Me
daba cuenta de que, en la casa, sólo toleraban la mía y, sin duda, el sueño de
la gente cansada vale más que todas las melodías posibles.
18 nov 2015
El secreto
«–Y
entonces, ¿qué es lo que me vas a enseñar hoy que no he visto todavía?
–
Varias cosas. De hecho, lo que te voy a enseñar forma parte de una historia.
¿No me dijiste el otro día que a ti lo que te gustaba era leer?
Bea
asintió, arqueando las cejas.
–Pues
bien, ésta es una historia de libros.
– ¿De
libros?
–De
libros malditos, del hombre que los escribió, de un personaje que se escapó de
las páginas de una novela para quemarla, de una traición y de una amistad
perdida. Es una historia de amor, de odio y de los sueños que viven en la
sombra del viento.
15 nov 2015
11 nov 2015
Mensaje a un amigo
Mensaje a un amigo (1977), de
Joan Miró
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«En cualquier etapa de la vida la amistad nos
sirve para encontrar apoyos, para superar las dificultades y sobre todo, para
tener la capacidad de proyectarnos hacia el porvenir. Forma parte de esa
ingeniería de los recorridos biográficos, llevada a cabo como una labor de
artesanía. Una vida bien realizada es la que consigue hacer una pequeña obra de
arte de cada uno de sus temas esenciales. Cada etapa tiene sus características,
y la rectificación no sólo es posible, sino que forma parte de nuestro arsenal,
del que debemos echar mano en cada momento de nuestra trayectoria.
6 nov 2015
30 oct 2015
La memoria: primera revelación
La Escuela de Atenas (1511), de Rafael Sanzio
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«Y somos así, opacos a nosotros mismos en esa primera, espontánea forma de conocimiento en que ni siquiera pretendemos conocernos, que es la memoria. La memoria, primera revelación, ineludible de la persona. ¿Por qué este tener presente nuestra vida pasada, aunque los recuerdos concretos desaparezcan? La memoria está siempre ahí, viviente; no descansa.
25 oct 2015
Taj Mahal
Taj Mahal, de Li-Shu Chen
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En aquellos tiempos, tiempos de esplendor, el emperador Shah Jahan alzó el Taj Mahal, a orillas del río Yamuna, para que su mujer la preferida entre todas sus mujeres, tuviera casa en la muerte.
El viudo decía que ella y su casa se
parecían, porque el templo cambiaba, como ella cambiaba, según la hora del día
o de la noche.
Dicen que el Taj Mahal fue diseñado por
Ustad Ahmad, persa, arquitecto, astrólogo, también llamado por muchos otros
nombres.