22 jun 2013

¡Qué bello paisaje!

Paisajes de palabras:
los despueblan en mis ojos al leerlos.
No importa: los propagan mis oídos.
Brotan allá, en las zonas indecisas
del lenguaje, palustres poblaciones.
Son criaturas anfibias, son palabras.
Pasan de un elemento a otro,
se bañan en el fuego, reposan en el aire.
Están del otro lado. No las oigo, ¿qué dicen?
No dicen: hablan, hablan.



(PAZ, Octavio. Delta de cinco brazos. Barcelona: Galaxia Gutenberg, 1998, p. 96).

16 jun 2013

Dios no escribe novelas

El acero (1928), de František Kupka
   «Sí, tal vez existiera ese universo invulnerable a los destructivos poderes del tiempo; pero era un helado museo de formas petrificadas, aunque fuesen perfectas, formas regidas y quizá concebidas por el espíritu puro. Pero los seres humanos son ajenos al espíritu puro, porque lo propio de esta desventurada raza es el alma, esa región desgarrada entre la carne corruptible y el espíritu puro, esa región intermedia en que sucede lo más grave de la existencia: el amor y el odio, el mito y la ficción, la esperanza y el sueño.

1 jun 2013

Un cuento a varias voces

El documental Un cuento a varias voces, realizado por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) de México, recoge el espíritu, el alcance y la dimensión del programa Salas de Lectura, una acción puesta en marcha en este país latinoamericano hace más de quince años. Muestra algunas experiencias de promoción de la lectura en todas las edades. Experiencias en las que leer y vida van de la mano. 

El cortometraje recorre la geografía mexicana a través de los espacios de lectura en ciudades como Sinaloa, Oaxaca, Morelos, Sonora, Michoacán, Baja California, Campeche e Hidalgo. Son espacios diversos y personalizados como una casa, una vieja estación de ferrocarril, un centro cultural, un centro de readaptación y hasta un cementerio. También retrata un paisaje humano rico y diverso en el que mediadores jóvenes, adultos y mayores hacen posible la presencia de lecturas en comunidades empobrecidas. En ellas el libro es una puerta, una posibilidad de elevar expectativas, y un refuerzo de la autoestima de muchos niños, adolescentes y adultos que encuentran en estas Salas de lectura una oportunidad de encuentro con las letras y con los otros.


15 may 2013

Flor desde tu ausencia...


Ramas con flor de almendro (1890),  
de Vincent van Gogh
Una querencia tengo por tu acento,
una apetencia por tu compañía
y una dolencia de melancolía
por la ausencia del aire de tu viento.

Paciencia necesita mi tormento,
urgencia de tu garza galanía,
tu clemencia solar mi helado día,
tu asistencia la herida en que lo cuento.

¡Ay querencia, dolencia y apetencia!:
sus sustanciales besos, mi sustento,
me faltan y me muero sobre mayo.

Quiero que vengas, flor desde tu ausencia,
a serenar la sien del pensamiento
que desahoga en mí su eterno rayo. 


(HERNÁNDEZ, Miguel. El rayo que no cesa. 9ª ed. Madrid: Espasa-Calpe, 1978 , p. 37-38).

9 may 2013

Tratarse


You and me,  de Li-Shu Chen
«Es maravilloso el proceso de ir descubriendo cómo nos hacemos amigos de una persona. Luego, cuando pasa el tiempo, se recuerdan los momentos iniciales y cómo se fue produciendo aquel chispazo. El campo atractivo de la amistad forma una telaraña compleja en la que se cruzan y entremezclan, entran y salen, suben y bajan sentimientos, aspiraciones, deseos e ilusiones. Todo ello va a dar lugar a una tupida red de significados en la que el vaivén de los movimientos va a estar a la orden del día.

1 may 2013

El camino hacia la esencia de la vida


   «Fui a los bosques porque quería vivir con un propósito; para hacer frente sólo a los hechos esenciales de la vida, por ver si era capaz de aprender lo que aquélla tuviera por enseñar, y no por descubrir, cuando llegase mi hora, que no había siquiera vivido. No deseaba vivir lo que no es vida, ¡es tan caro el vivir!, ni practicar la resignación, a menos que fuera absolutamente necesario.

25 abr 2013

Escrutinio libresco

Vrindaban (1965),  de Octavio Paz
   «Causó risa al licenciado la simplicidad del ama y mandó al barbero que le fuese dando de aquellos libros uno a uno, para ver de qué trataban, pues podía ser hallar algunos que no mereciesen castigo de fuego.
   –No –dijo la sobrina–; no hay qué perdonar a ninguno porque todos han sido los dañadores; mejor será arrojadlos por las ventanas al patio y hacer un rimero dellos, y pegarles fuego; y si no, llevarlos al corral, y allí se hará la hoguera, y no ofenderá el humo.