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El beso (1891), de Lawrence Alma-Tadema
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«Para la especie humana los labios, la boca
y la nariz son muy importantes, y en consonancia tienen una parte muy grande
del cerebro ocupándose de ellos. No en vano por los labios entra y se va la
vida. Por ellos pasan las canciones de cuna y las mentiras, el beso apasionado
y las tiernas caricias. Besar es mucho más que tocar con los labios, más que un
instinto básico; es un comportamiento natural muy cultivado, que integra
genética y aprendizaje, crianza y erótica, biología y cinematografía.
Parafraseando el famoso “todo está en los libros”, podríamos asegurar que “todo
está en los besos”».
(GÁNDARA MÁRTIN, Jesús de la. El planeta de los besos. 2ª ed. Barcelona: Euromedice, 2008, p. 23).
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