15 mar 2021

Descubrimientos


Lluvia dorada llena de mitos de amor (2018),  de Li-Shu Chen
«No somos los primeros en haber visto el polvo de Asia Menor en verano, ni sus piedras calientes al rojo vivo, ni las islas que huelen a sal y a hierbas aromáticas, ni el cielo ni el mar rabiosamente azules. Todo ha sido ya probado y experimentado en mil ocasiones, pero, con frecuencia, no ha sido narrado, las palabras que lo contaban no han subsistido, o bien, si es que lo han hecho, no han sido inteligibles para nosotros o ya no nos conmueven. Igual que las nubes en el cielo vacío, nos formamos y disipamos sobre ese fondo de olvido».


(YOURCENAR, Marguerite. El laberinto del mundo. Madrid: Alfaguara, 2012, p. 297).

6 mar 2021

Presentimiento



Tú me abandonarás en primavera
cuando sangre la dicha en los granados
y el secadero, de ojos asombrados,
presientan la cosecha venidera.

23 feb 2021

Tránsito invernal

Amanecer de febrero—
en el camino
Que caminé todo el invierno


February dawn—frost
on the path
Where I paced all winter



(KEROUAC, Jack. Libro de haikus. Madrid: Bartleby, 2007, p. 66-67).

9 feb 2021

No busques, no.


Yo te he querido como nunca.
Eras azul como noche que acaba,
eras la impenetrable caparazón del galápago
que se oculta bajo la roca de la amorosa llegada de la luz.
Eras la sombra torpe
que cuaja entre los dedos cuando en tierra dormimos solitarios.

3 feb 2021

Jeroglífico incomprensible

Psyche entrando en el jardín de Cupido (1903),  
 de John William Waterhouse
«¿Habrá de ser siempre así, todo lo que se ame, jeroglífico, cifra sagrada e incomprensible? No habría de existir un género de amor que no tropezara con la resistencia de lo amado; un amor en el cual, entender o querer entender se acreciente con el amor mismo y lleguen a ser la misma cosa, entender y amar; amar y entender. Y el corazón no tenga que someterse ciego, y hambriento; hambriento también de razones, pues que las necesita... mas cuando se ha querido entender al otro, los otros, los otros creen que son razones para “la razón” lo que se les pide y si no bastan, si no llegan a tocar siquiera el fondo de la cuestión, sobreviene la acusación de irracionalidad, cuando lo que se pide y se ha esperado, lo que el corazón espera siempre, sin atreverse a decirlo, es una luz que le ilumine aún a trueque de consumirlo, ¿qué le importa a él, la consunción?, todo lo daría por ver; un instante, pues despertó como despierta todo lo que nace, por hambre...».

(ZAMBRANO, María. Delirio y destino: los veinte años de una española. Madrid: Horas y horas, 2011, p. 38-39).