«Entre semana, Matilda se quedaba en casa sola casi todas las tardes. Su hermano, cinco años mayor que ella, iba a la escuela. Su padre iba a trabajar y su madre se marchaba a jugar al bingo a un pueblo situado a ocho millas de allí. La señora Wormwood era una viciosa del bingo y jugaba cinco tardes a la semana. La tarde del día en que su padre se negó a comprarle un libro, Matilda salió sola y se dirigió a la biblioteca pública del pueblo.
Ágora donde iniciar historias sobre libros, naturaleza, arte y poesía; donde hallar las palabras soñadas o queridas, sin la perspectiva del tiempo... como en una biblioteca.
24 oct 2024
18 oct 2024
Superación
el tiempo y el tiempo después.
Nosotros no tenemos ninguno.
A nuestro alrededor sólo hundirse de astros. Destellos y
Silencio.
Mas la canción por encima del polvo después
va a superarnos.
(BACHMANN, Ingeborg. Invocación a la osa mayor. Madrid: Hiperión, 2001, p. 175).
14 oct 2024
Cosecha otoñal
El tiempo despejado de otoño
sembrando de islas
el apacible mar.
(SANTÔKA, Taneda. Saborear el agua: 100 haikus de un monje zen. Madrid: Hiperión, 2004, p. 82).
el apacible mar.
(SANTÔKA, Taneda. Saborear el agua: 100 haikus de un monje zen. Madrid: Hiperión, 2004, p. 82).
8 oct 2024
Una promesa
30 sept 2024
El espíritu del otoño
Puente bajo la lluvia (1887), de Vincent van Gogh |
ahora que septiembre
ha llegado a su fin. (Espíritu
es palabra sospechosa: no hay
hipócrita que no se abrigue
a su sombra). ¿Será
la embriaguez? ¿El viento matinal
arrastrando hojas
muchachas canciones?
¿El soplo frío de las estrellas?
¿Será la belleza,
el espíritu del otoño? Hay un límite
para el hombre, un límite
para soportar el peso del mundo.
De la belleza, de la bárbara
orgullosa belleza, ¿quién sabe defenderse
sin miedo de que le reviente el corazón?
24 sept 2024
13 sept 2024
El otoño se acerca
Septiembre en Cuenca, de Li-Shu Chen |
apagadas cigarras, unos grillos apenas,
defienden el reducto
de un verano obstinado en perpetuarse,
cuya suntuosa cola aún brilla hacia el oeste.
Se diría que aquí no pasa nada,
pero un silencio súbito ilumina el prodigio:
ha pasado
un ángel
que se llamaba luz, o fuego, o vida.
Y lo perdimos para siempre.
(GONZÁLEZ, Ángel. El otoño y otras luces. Barcelona: Tusquets, 2001, p. 11).
8 sept 2024
El viento en la cara del peregrino
Atardecer (1888), de Edvard Munch |
«Edda Armas me habló, en Caracas, del bisabuelo. De lo poco que se sabía, porque la historia empezaba cuando él ya andaba cerca de los setenta años y vivía en un pueblito bien adentro de la comarca de Clarines. Además de viejo, pobre y enclenque, el bisabuelo era ciego. Y se casó, no se sabe cómo, con una muchacha de dieciséis.
Dos por tres se le escapaba. No ella: él. Se le escapaba y se iba hasta el camino. Ahí se agazapaba entre los árboles y esperaba un ruido de cascos o de ruedas. El ciego salía al cruce y pedía que lo llevaran a cualquier parte.
2 sept 2024
Al recogerme
Ventanas de noche (1928), de Edward Hopper |
a desnudarse el alma,
a recogerse en sí mientras se cierran
los ojos, y con ellos
la ensoñación del tiempo y el espacio,
helo aquí que no fuimos
ni vinimos, que el día de mañana
vendrá para dejarnos, al pasar,
de nuevo en ningún sitio,
hela aquí
la quietud
resplandeciendo.
(GALLEGO, Vicente. Saber de grillos. Madrid: Visor Libros, 2015, p. 76).