Sra. Kupka entre verticales (1910-1911),
de František Kupka
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Mi
corazón no puede con la carga
de
su amorosa y lóbrega tormenta,
y
hasta mi lengua eleva la sangrienta
especie
clamorosa que lo embarga.
Ya
es corazón mi lengua lenta y larga,
mi
corazón ya es lengua larga y lenta...
¿Quieres
contar sus penas? Anda y cuenta
los
dulces granos de la arena amarga.
Mi
corazón no puede más de triste:
con
el flotante espectro de un ahogado
vuela
en la sangre y se hunde sin apoyo.
Y
ayer, dentro del tuyo, me escribiste
que
de nostalgia tienes inclinado
medio
cuerpo hacia mí, medio hacia el hoyo.
(HERNÁNDEZ, Miguel. El rayo que no cesa. 9ª ed. Madrid:
Espasa-Calpe, 1978, p. 39-40).