Ágora donde iniciar historias sobre libros, naturaleza, arte y poesía; donde hallar las palabras soñadas o queridas, sin la perspectiva del tiempo... como en una biblioteca.
8 sept 2017
1 sept 2017
Celebración de la desconfianza
Entre la esperanza y el
miedo (1876), de Lawrence Alma-Tadema
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«El primer día de clase, el profesor trajo
un frasco enorme:
–Esto está lleno de perfume –dijo a
Miguel Brun y a los demás alumnos–. Quiero medir la percepción de cada uno
de ustedes. A medida que vayan sintiendo el olor, levanten la mano.
Y destapó el frasco. Al ratito nomás, ya
había dos manos levantadas. Y luego cinco, diez, treinta, todas las manos
levantadas.
–¿Me
permite abrir la ventana, profesor? –suplicó una alumna, mareada de tanto
olor a perfume, y varias voces le hicieron eco.
24 ago 2017
18 ago 2017
Metodología de una autobiografía
«Hay cosas que uno debe apresurarse a contar
antes de que nadie le pregunte.
Cuando, después de mucho torturar el
párrafo, Luys Forest lo dio finalmente por bueno, advirtió que no llevaba
agenda ni bolígrafo. Prosiguió su paseo por la playa cojeando levemente,
golpeando conchas con el bastón, tras el perro ansioso que husmeaba
corrupciones. En la concavidad vertiginosa de las olas que avanzaban hasta
desplomarse, giraban algas muertas y el último reflejo del poniente.
13 ago 2017
7 ago 2017
El porvenir y sus palabras
«Deseo hablar en algún lugar sin límites; como
un hombre en estado vigil, que habla a hombres despiertos; pues estoy
convencido de que no puedo exagerar siquiera lo suficiente para poner los
cimientos de una expresión verdadera.¿Quién que haya oído una melodía temería
el hablar extravagantemente en el futuro? En vista del porvenir o posible
deberíamos vivir totalmente relajados e indecisos en lo que a nuestra
proyección se refiere, con perfiles brumosos y vagos por este lado como
nuestras sombras cuando al sol revelan una perspiración apenas perceptible.
29 jul 2017
Vida
Un pájaro de papel en el pecho
dice que el tiempo de los besos no ha llegado;
vivir, vivir, el sol cruje invisible,
besos o pájaros, tarde o pronto o nunca.
Para morir basta un ruidillo,
el de otro corazón callarse,
o ese regazo ajeno que en la tierra
es un navío dorado para los pelos rubios.
Cabeza dolorida, sienes de oro, sol que va a ponerse;
aquí en la sombra sueño con un río,
juncos de verde sangre que ahora nace,
sueño apoyado en ti calor o vida.
(ALEIXANDRE, Vicente. Espadas
como labios; La destrucción o el amor. Madrid: Castalia, 1993, p. 140).
23 jul 2017
Vía media
«Cuando Buda emprendió su
búsqueda espiritual, se dedicó a practicar inumerables austeridades.
Un buen día acertaron a pasar
dos músicos junto al árbol bajo el que estaba él sentado haciendo meditación. Y
uno de ellos le decía al otro: “No tenses demasiado las cuerdas de tu cítara, o
se romperán. No las dejes demasiado flojas, o no producirán música. Procura dar
con el término medio”.
Aquellas palabras produjeron
tal impacto en Buda que revolucionaron toda su manera de ver la espiritualidad.
Estaba convencido de que habían sido pronunciadas para él, y desde aquel
instante renunció a todos sus rigores y emprendió un camino fácil y liviano: el
de la moderación. De hecho, su método de acceder a la iluminación se conoce con
el nombre de “vía media”».
(MELLO, Anthony de. La oración de la rana. Vol. 2. Santander:
Sal Terrae, 1989, p. 105).
19 jul 2017
13 jul 2017
Los diecisiete Aurelianos
El árbol de la vida (1909), de Gustav Klimt
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«No se habían extinguido los ecos del
homenaje, cuando Ursula llamó a la puerta del taller.
–No me molesten –dijo él–. Estoy ocupado.
–Abre –insistió Ursula con voz cotidiana–. Esto no
tiene nada que ver con la fiesta.
Entonces el coronel Aureliano
Buendía quitó la tranca, y vio en la puerta diecisiete hombres de los más
variados aspectos, de todos los tipos y colores, pero todos con un aire
solitario que habría bastado para identificarlos en cualquier lugar de la
tierra.