Ágora donde iniciar historias sobre libros, naturaleza, arte y poesía; donde hallar las palabras soñadas o queridas, sin la perspectiva del tiempo... como en una biblioteca.
28 mar 2015
21 mar 2015
¿Por qué los poetas?
Dreamers (1882), de Albert Joseph Moore
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«¿Por
qué los poetas? Porque los poetas crean
en el momento las palabras que nombran las situaciones y las cosas. No disponen
antes de ellas, no las tienen, como los que ejercen su derecho-de-palabra, ya
preparadas y empaquetadas. Los poetas caminan al lado de las situaciones y las
cosas, y en su porte está el estilo del viandante, no el del topógrafo que
delimita espacios y mide recorridos. Para el topógrafo el camino es un trazado
con sus señales y su dirección; para el poeta es un estar simplemente en
camino, con los viandantes que el camino haya puesto en marcha.
16 mar 2015
13 mar 2015
Preludio de que la nueva estación está ya cerca
Primavera en Křinice (Chequia) |
«Uno
de los atractivos de la vida en los bosques es que ofrece lugar y ocasión de
ver la llegada de la primavera. El hielo aparece un buen día acribillado de
agujeros como un panal de miel y mis tacones se hunden en él con facilidad. Las
colinas, las nieblas y los rayos de sol, progresivamente más cálidos, van
fundiendo la nieve paulatinamente; los días se alargan sensiblemente y me doy
cuenta de que podré terminar el invierno sin necesidad de reponer los troncos
de mi leñera, pues ya no habrá necesidad de grandes fuegos.
8 mar 2015
Olympia
«Son femeninos los símbolos de la revolución
francesa, mujeres de mármol o bronce, poderosas tetas desnudas, gorros frigios,
banderas al viento.
Pero la revolución proclamó la Declaración
de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, y cuando la militante
revolucionaria Olympia de Gouges propuso la Declaración de los Derechos de la
Mujer y de la Ciudadana, marchó presa, el Tribunal Revolucionario la sentenció
y la guillotina le cortó la cabeza.
Al pie del cadalso, Olympia preguntó:
–Si las mujeres estamos capacitadas para
subir a la guillotina, ¿por qué no podemos subir a las tribunas públicas?
No
podían. No podían hablar, no podían votar. La Convención, el Parlamento
revolucionario, había clausurado todas las asociaciones políticas femeninas y
había prohibido que las mujeres discutieran con los hombres en pie de igualdad.
2 mar 2015
28 feb 2015
La mirada
se va
por otros derroteros,
escapa
de los iris y se aleja
dejándome
vacía, sin paisaje.
Yo sé
que necesita otras esquinas,
otras
alturas desde dónde otear;
que
las cuencas de mis ojos
le
resultan estrechas, limitadas.
Y por
eso se lanza,
con avidez de luna,
a un
camino sin márgenes ni trazos.
25 feb 2015
17 feb 2015
Božena Němcová
«[...] Fue su marido quien introdujo
a Božena, quien hablaba solamente
alemán en casa, en los círculos patrióticos checos; de modo que ella, que se
convirtió después de su muerte en un verdadero mito nacional, comenzó a leer en
checo y a aprender la ortografía y la gramática relativamente tarde.
La
bella Božena se inició en el oficio de escritora bajo la influencia del joven
poeta Václav Bolemír Nebeský. Él no fue su único amante, como le confesó a su
marido en una carta de sorprendente franqueza. Sus relaciones, sin embargo, no
le aportaron más que decepción y cólera: “He buscado vanamente un amor parecido
al que experimentaba yo misma. Quería un hombre al que hubiera podido venerar,
(...) pero en los hombres encontré sólo déspotas groseros, sólo señores (...).
La amargura y la porfía se anidaron en mi corazón.
10 feb 2015
Lo que el invierno ofrece
«Cuando
el suelo queda parcialmente libre de nieve y su superficie se ha secado algo
por efecto de los días tibios, me era grato buscar las primeras señales del
tiempo nuevo que atisbaban apenas al exterior entre la majestuosa belleza de la
vegetación ya marchita que logró resistir el invierno: siemprevivas, olidagos,
junquillos y las graciosas gramíneas salvajes, más visibles y a menudo más
graciosas que en verano, como si su belleza no madurase hasta entonces; igual
ocurre con la planta del algodón, la espadaña, el verbasco, la candelaria, el
corazoncillo, la espirea y otras plantas de tallo duro, graneros inagotables
que alimentan a los primeros pájaros recién llegados, plantas discretas como
velo de viuda para la naturaleza invernal.