15 mar 2024

Las ovejas y los lobos

Separación (1900), de Edvard Munch
«Eran los perros los que, como de costumbre, hacían centinela, guardando las ovejas y defendiéndolas de la voracidad de los lobos, y conociendo éstos que no les era posible atacarlas, inventaron el siguiente medio. Enviaron mensajeros a las ovejas diciendo que querían estar en paz con ellas con tal que para mutua seguridad entregasen en rehenes, ellas a los perros y ellos a los lobeznos, sus hijos. Cayeron en el lazo las ovejas, y así pasaron los perros a poder de los lobos, y los cachorros de éstos a poder de las ovejas, pero en lugar de vivir éstas en paz, como creían, les sucedió todo lo contrario. En efecto, viéndose los hijos de los lobos separados de sus madres, empezaron a aullar, y los lobos, que ya habían degollado a los perros mientras dormían, oyendo los gritos de sus hijos, corrieron a socorrerlos, y so pretexto de que las ovejas habían faltado a su palabra, maltratando a sus lobeznos, se echaron sobre ellas. No contando las ovejas con la defensa de los perros, fueron despedazadas».

Nunca debemos poner en manos del enemigo lo que constituye nuestra propia defensa.

(ESOPO. Fábulas. [San Salvador?: s.n., s.a., p. 17).

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