Los amantes (1923), de Pablo Picasso
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«El
capitán miró a Fermina Daza y vio en sus pestañas los primeros destellos de una
escarcha invernal. Luego miró a Florentino Ariza, en su dominio invencible, su
amor impávido, y lo asustó la sospecha tardía de que es la vida, más que la muerte,
la que no tiene límites.
–¿Y
hasta cuando cree usted que podemos seguir en este ir y venir del carajo? –le
preguntó.
Florentino
Ariza tenía la respuesta preparada desde hacía cincuenta y tres años, siete
meses y once días con sus noches. El administrador no levantó la cabeza.
–Toda
la vida–dijo».
(GARCÍA MÁRQUEZ, Gabriel. El amor en los tiempos del cólera. Barcelona: Círculo de Lectores, 1987,
p. 355).
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