28 feb 2013

La Filosofía en la vida de cada hombre


Filosofía desde la Sala de la Signatura (1511)
de Rafael Sanzio
   «Cuando la Filosofía hace su historia suele olvidar desdeñosamente lo que deben los hombres a otros saberes nacidos más allá o más acá de ella. Lo que se debe, por ejemplo, a la poesía y a la novela. Tendría razón en ignorarlas y hasta en desdeñarlas si su existencia misma no las necesitara. La Filosofía no necesita supuestos –tal vez se así– para su ideal existencia, según ella misma establece. Pero si se la considera en la vida de cada hombre, los necesita más que cualquier otro género de conocimiento. No puede compararse con la Religión; la Religión no necesita de condiciones para entrar en la vida de un hombre; ella sola puede penetrar y consumir su vida entera hasta absorberla: las vidas de tantos santos ignorantes que comenzaron por ser “tocados” cuando eran hombres vulgares o disipados, lo muestra bien a las claras. La Filosofía, por el contrario, necesita el mayor número de condiciones en la vida del filósofo. Si la Filosofía no tiene vida, el filósofo la tiene en el mayor grado; ha tenido, en realidad, que transformarse para entrar en la Filosofía».
                                                   

(ZAMBRANO, María. La confesión: género literario. 2ª ed. Madrid: Siruela, 2001, p. 13-14).

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