Ágora donde iniciar historias sobre libros, naturaleza, arte y poesía; donde hallar las palabras soñadas o queridas, sin la perspectiva del tiempo... como en una biblioteca.
18 ene 2018
12 ene 2018
Mi corazón no puede más de triste
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Sra. Kupka entre verticales (1910-1911),
de František Kupka
|
Mi
corazón no puede con la carga
de
su amorosa y lóbrega tormenta,
y
hasta mi lengua eleva la sangrienta
especie
clamorosa que lo embarga.
Ya
es corazón mi lengua lenta y larga,
mi
corazón ya es lengua larga y lenta...
¿Quieres
contar sus penas? Anda y cuenta
los
dulces granos de la arena amarga.
Mi
corazón no puede más de triste:
con
el flotante espectro de un ahogado
vuela
en la sangre y se hunde sin apoyo.
Y
ayer, dentro del tuyo, me escribiste
que
de nostalgia tienes inclinado
medio
cuerpo hacia mí, medio hacia el hoyo.
(HERNÁNDEZ, Miguel. El rayo que no cesa. 9ª ed. Madrid:
Espasa-Calpe, 1978, p. 39-40).
4 ene 2018
Esa máquina de ilusión
«Deslumbrada por tantas y tan maravillosas
invenciones, la gente de Macondo no sabía por dónde empezar a asombrarse. Se
trasnochaban contemplando las pálidas bombillas eléctricas alimentadas por la
planta que llevó Aureliano Triste en el segundo viaje del tren, y a cuyo
obsesionante tumtun costó tiempo y trabajo acostumbrarse. Se indignaron con las
imágenes vivas que el próspero comerciante don Bruno Crespi proyectaba en el
teatro con taquillas de bocas de león, porque un personaje muerto y sepultado
en una película, y por cuya desgracia se derramaron lágrimas de aflicción,
reapareció vivo y convertido en árabe en la película siguiente. El público que
pagaba dos centavos para compartir las vicisitudes de los personajes, no pudo soportar
aquella burla inaudita y rompió la silletería.
22 dic 2017
La elección
«Hay un
modo de afirmarse como persona, un modo trágico que es afirmarse en personaje;
el personaje es siempre trágico; bajo él gime la persona y para liberarse un
día se precipita en tragedia, después de haber precipitado a lo que de ella dependió.
Si el hombre occidental arroja su máscara, renuncia a ser personaje en la
historia, quedará disponible para elegirse como persona. Y no es posible
elegirse a sí mismo como persona sin elegir, al mismo tiempo, a los demás. Y
los demás son todos los hombres.
Con ello
no se acaba el camino: más bien empieza».
(ZAMBRANO, María. Persona y democracia. 2ª ed. Madrid:
Siruela, 2004, p. 208).
19 dic 2017
12 dic 2017
El acto de la lectura
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La lectora de novela (1888), de Vincent van Gogh
|
«Nuestro concepto de la
forma literaria está relacionado, en diversos aspectos, con lo privado. La
práctica de leer un libro para uno mismo, en silencio, es un desarrollo
histórico tardío. Implica cierto número de condiciones económicas y sociales:
habitación para uno solo (significativa frase de Virginia Woolf) o, por lo
menos, un lugar tan espacioso que permita un ámbito de tranquilidad; propiedad
privada del libro, con el derecho concominante de proteger un libro raro del
uso de los demás hombres; medios de luz artificial durante las horas de la
noche.
8 dic 2017
2 dic 2017
Pronto estará aquí el vencedor del invierno
Pronto estas ligaduras de hielo
desatarán y fundirán –
Un momento,
Y el aire, el suelo, la ola, bañados estarán de dulzura, de
Flores y de vida – mil
formas surgirán,
De esta tierra muerta y de estos hielos, como de sepulturas
Escondidas,
Tus ojos, tus oídos – todos tus nobles atributos – todo lo que goza de la belleza
natural,
Despertarán y se llenarán.
30 nov 2017
Aprendizaje lector
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Book of
books, de Vladimir Kush
|
«Nathanael se encontró a gusto en casa del
maestro, pese a las bofetadas y golpes
que llovían sobre los alumnos. Pronto le encargaron que enseñase el alfabeto a
los más pequeños de sus condiscípulos, pero lo hacía muy mal, y nunca hallaba
el momento oportuno para golpear con la regla de hierro los dedos de los
chicos. No obstante, su aire de dulzura y su atención servían para que cundiese
el buen ejemplo entre los muchachos de su edad. Por la tarde, cuando ya se
habían marchado los colegiales, el maestro le permitía leer: en verano,
mientras había luz, en el jardín, y en invierno, al resplandor de la lumbre, en
la cocina.