Ágora donde iniciar historias sobre libros, naturaleza, arte y poesía; donde hallar las palabras soñadas o queridas, sin la perspectiva del tiempo... como en una biblioteca.
10 jul 2017
4 jul 2017
Mi credo
«De vez en cuando el poeta, y
seguramente muchos otros hombres, sienten la necesidad de olvidar durante un
rato las simplificaciones, sistemas, abstracciones y otras mentiras totales o
parciales y contemplar el mundo tal como realmente es, es decir, no como un
sistema de conceptos muy complicado, pero en definitiva descifrable y
comprensible, sino como la selva virgen de misterios sobrecogedores, siempre
nuevos y totalmente incomprensibles que es en realidad».
(HESSE, Herman. Mi credo. Barcelona: Bruguera, 1976, p. 169).
30 jun 2017
El color del canto
La hora es
transparente:
vemos, si
es invisible el pájaro,
el color
de su canto.
(PAZ, Octavio. Delta
de cinco brazos. Barcelona: Galaxia Gutenberg, 1998, p. 39).
26 jun 2017
21 jun 2017
El sufrimiento es uno
«El sufrimiento es uno. Se habla de
sufrimiento como se habla de placer, pero se habla de ellos cuando ya nos
dominan. Cada vez que entran en nosotros, nos sorprenden como una sensación
nueva y tenemos que reconocer que los habíamos olvidado. Son diferentes porque
nosotros también lo somos: les entregamos cada vez un alma y un cuerpo
modificados por la vida. Y sin embargo, el sufrimiento no es más que uno. No
conoceremos de él, como no conoceremos del placer, más que algunas formas,
siempre las mismas, de las que estamos presos. Habría que explicar esto:
nuestra alma, supongo, no tiene más que un teclado restringido y aunque la vida
se empeñe en hacerlo sonar, sólo podrá obtener dos o tres pobres notas».
(YOURCENAR, Marguerite. Alexis o el tratado del inútil combate. Madrid: Alfaguara, 1992, p. 56).
17 jun 2017
¿Qué tienes entre manos? (relato de terror ferial)
Puente
cerca de Kolpino (Rusia)
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«Aquel tipo tenía dentro de sí
un escritor bueno y un escritor malo que trabajaban a horas distintas. Aun así
en los textos del malo se percibía finalmente un aliento de bondad, mientras
que en los del buenos sonaba, cuando menos hacía falta, un estertor agónico
procedente de la respiración del malo. Estaban tan cerca, en fin, que no podían
dejar de influirse. Los lectores, según se colocaran en uno u otro lado de la
identidad de aquel tipo, pensaban que se trataba de un mal escritor con
aciertos geniales, o de un genio que se estaba echando a perder.
10 jun 2017
4 jun 2017
Represéntase la brevedad de lo que se vive y cuán nada parece lo que se vivió
Danza de la vida (1900), de Edvard Munch
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«'¡Ah de la vida!' ... ¿Nadie me responde?
¡Aquí de los antaños que he vivido!
La Fortuna mis tiempos ha mordido;
las Horas mi locura las esconde.
¡Que sin poder saber cómo ni adónde
la salud y la edad se hayan huido!
Falta la vida, asiste lo vivido,
y no hay calamidad que no me ronde.
Ayer se fue; mañana no ha llegado;
hoy se está yendo sin parar un punto;
soy un fue, y un será, y un es cansado.
En el hoy y mañana y
ayer, junto
pañales y mortaja, y he quedado
presentes sucesiones de difunto».
(QUEVEDO, Francisco de. Poemas escogidos. 3ª ed. Madrid: Castalia, 1986, p. 52).
29 may 2017
Petición del jardinero
«¿Quién
eres tú, lector que has de leer mis poemas de aquí a cien años?
No puedo enviarte una sola flor de este
tesoro de la primavera, ni un solo rayo de esas nubes.
Abre tus puertas y mira fuera.
De tu jardín en flor coge los fragantes
recuerdos de las flores marchitas hace cien años.
Ojalá puedas sentir en la alegría de tu
corazón la vivida alegría que cantó una mañana de primavera lanzando su voz
satisfecha a través de cien años».
(TAGORE, Rabindranaz. El jardinero. Madrid:
Edaf, 2001, p. 170).
25 may 2017
Escribir I
Acompañamiento sincopado
(Staccato) (c.a. 1928-1930),
de František Kupka
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«El día en el que empezó todo, no tenía muchas ganas
de escribir, de manera que para hacer tiempo fingí no saber si una palabra se
escribía con be o con uve. Aquella duda retórica se convirtió misteriosamente
en una enfermedad real, y en cosa de una semana al problema de las bes se sumó
el de las haches, así que tardaba mucho en escribir una página porque tenía que
consultar continuamente el diccionario. Creo que desarrollé una curiosa
habilidad para evitar palabras que contuvieran esas letras, pero mis escritos
de esa época jadean un poco al andar, como si estuvieran enfermos.