Ágora donde iniciar historias sobre libros, naturaleza, arte y poesía; donde hallar las palabras soñadas o queridas, sin la perspectiva del tiempo... como en una biblioteca.
18 feb 2017
14 feb 2017
Flores y puñales
Venus y Cupido (1905), de Pablo Picasso
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Unos cuerpos son como flores,
otros como puñales,
otros como cintas de agua;
pero todos, temprano o tarde,
serán quemaduras que en otro cuerpo se
agranden,
convirtiendo por virtud del fuego a una piedra
en un hombre.
Pero el hombre se agita en todas direcciones,
sueña con libertades, compite con el viento,
hasta que un día la quemadura se borra,
volviendo a ser piedra en el camino de nadie.
Yo, que no soy piedra, sino camino
que cruzan al pasar los pies desnudos,
muero de amor por todos ellos;
les doy mi cuerpo para que lo pisen,
aunque les lleve a una ambición o a una nube,
sin que ninguno comprenda
que ambiciones o nubes
no valen un amor que se entrega.
(CERNUDA, Luis. La realidad y el deseo. Madrid: Castalia, 1982, p. 151-152).
11 feb 2017
La red
«La red, que puede agrupar en un mismo
soporte la prensa, la radio y la televisión, aspira, como biblioteca, a
contener todas las publicaciones, antiguas y modernas; toda la música; todos
los vídeos; todas las imágenes... Esta concepción del ciberespacio –escribe
Darnton–
tiene un curioso parecido con la concepción que tenía San Agustín de la mente
de Dios: omnisciente e infinita porque Su sabiduría lo abarca todo, e inclus lo
que queda más allá del tiempo y el espacio.
6 feb 2017
3 feb 2017
Pasos
«Vivir es ir dando pequeños pasos en el
sendero que conduce a la muerte. Aprendemos a caminar para avanzar a su
encuentro. Eso convierte los días en una mágica aventura, porque es necesario
desentrañar todos los frutos ofrecidos por la vida en el trecho que nos ha sido
concedido».
(ÁLVAREZ, Blanca. El
puente de los cerezos. 3ª ed. Madrid: Anaya, 2006,
p.78).
29 ene 2017
Itinerario
La invención de la abstracción (1912-13), de František Kupka |
«Desde su aparición la modernidad no ha cesado de
criticarse a sí misma. Pero la crítica del mundo moderno y sus horrores no me
lleva a renegar de la democracia: a pesar de sus fallas, es uno de los pocos
bienes verdaderos de la falaz civilización tecnológica. Los otros sistemas
políticos están fundados en principios ajenos a los hombres: el Mandato del
Cielo de los emperadores chinos, el Derecho Divino de los reyes absolutos, la
voluntad de la historia y del proletariado de los líderes comunistas. La
democracia funda al pueblo en nombre del pueblo: es la ley que los hombres se
dan a sí mismos. No es un destino promulgado desde lo alto o desde un más allá
de la historia; no es la ley dictada por la sangre o por los muertos; no es una
fe ni nos propone un absoluto...
26 ene 2017
20 ene 2017
Verdad de razón y de vida
El cielo entreabierto nos devuelve la esperanza, de Joan Miró
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«El drama de la
Cultura Moderna ha sido la falta inicial de contacto entre la verdad de la
razón y la vida. Porque toda vida es ante todo dispersión y confusión, y ante
la verdad pura se siente humillada. Y toda verdad pura, racional y universal
tiene que encantar a la vida; tiene que enamorarla. La vida rebelde y confusa
ha pasado por la época del hechizo y para derrocarle, tiene que suceder el
enamoramiento, que es también encanto, suspensión, pero algo más: sometimiento
a un orden y más todavía: ser vencido sin rencor».
(ZAMBRANO, María. La confesión: género literario. 2ª
ed. Madrid: Siruela, 2001, p. 17-18).
18 ene 2017
12 ene 2017
El sosiego de aquellos años
La siesta (1868), de Lawrence Alma-Tadema
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«Cuando
considero esos años, creo encontrar en ellos la Edad de Oro. Todo era fácil;
los esfuerzos de antaño se veían recompensados por una facilidad casi divina.
Viajar era un juego: placer controlado, conocido, puesto hábilmente en acción.
El trabajo incesante no era más que una forma de voluptuosidad. Mi vida, a la
que todo llegaba tarde, el poder y aun la felicidad, adquiría un esplendor
cenital, el brillo de las horas de la siesta en que todo se sume en una
atmósfera de oro, los objetos de aposento y el cuerpo tendido a nuestro lado.
La pasión colmada posee su inocencia, casi tan frágil como las otras: el resto
de la belleza humana pasaba a ser un espectáculo, no era ya la presa que yo
había perseguido como cazador.