La Virgen del Pez (c.a. 1513), de Rafael Sanzio
|
«Bendito día de Nochebuena en que los
pequeños con piernecitas saltarinas de impaciencia y ojos brillantes escuchan
junto a la puerta cerrada detrás de la que se preparan maravillas relucientes y
perfumadas, en que con gesto importante observan a la madre que asa el pescado
de fiesta para la cena y, con viejas canciones en los frescos labios, corren
brincando a donde está la abuelita que sueña sentada en el alto sillón de
orejas junto al fuego parlanchín, y le besan las manos dulces y arrugadas.