Vilma leyendo un libro, de Tavik František Šimon
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«En la lectura, la amistad a menudo nos devuelve
su primitiva pureza. Con los libros, no hay amabilidad que valga. Con estos
amigos, si pasamos la velada en su compañía, es porque realmente nos apetece. A
menudo tenemos que dejarlos contra nuestra voluntad. Y una vez nos hemos ido,
ni sombra de esos pensamientos que echan a perder la amistad: ¿Qué habrán
pensado de nosotros? – ¿No habremos estado faltos de tacto? – ¿Hemos gustado?,
y el miedo a que prefieran a cualquier otro. Todos estos sobresaltos de la
amistad, desaparecen en el umbral mismo de esta amistad pura y tranquila que es
la lectura».
(PROUST, Marcel. Sobre la lectura. Valencia: Pre-textos, 1997, p. 54).