Pasaban guardias civiles llevados a hombros
por el pueblo, por las gentes del pueblo de Madrid, y ellos eran felices. Los
rateros se declararon en huelga; no hubo un solo hurto, por pequeño que fuera.
Las personas entraban en los bares, donde pedían y pagaban; nadie intentó
tomarse ni siquiera un café sin pagar (...)
Creo yo que era la caridad del día. Pero si
esa caridad del día se dio precisamente el 14 de abril, y si lo que nació de
ese día naciente fue la República, no puede ser por azar.