13 may 2019

La claridad


[...]
Demasiada belleza, demasiada
para que en el dolor de estar ausente
la claridad no cese y nunca vaya
mudada hasta cesar del todo y muera
abandonando el fruto de la tarde
en unas manos nuevas sobre el mundo.
¿Hasta cuándo esa frágil voladura
 de perderse y morir? ¿En qué retina
volverá a ser la luz más infinita
que en esta perdición sobre los ojos
que ahora escapan sin más a otra ladera?
¿Es esta claridad siempre la misma
cuando nos llena el alma hasta colmarla
de una plena pasión de luz sin forma?
No habrá otra tarde igual. ¿Quién me asegura
que cuando sueñe hacia esa luz no vuelva
a ser la misma claridad? El día
escapa ya en mis ojos y en el alma
permanece hasta el fin el desconcierto
de un solo instante en su pasión hallado,
de una prisión fugaz en su belleza.

(MUÑOZ QUIRÓS, Jose María. Dibujo de la luz. [Valladolid]: Consejería de Educación y Cultura, 1998, p. 14).

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