Book of
books, de Vladimir Kush
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«Nathanael se encontró a gusto en casa del
maestro, pese a las bofetadas y golpes
que llovían sobre los alumnos. Pronto le encargaron que enseñase el alfabeto a
los más pequeños de sus condiscípulos, pero lo hacía muy mal, y nunca hallaba
el momento oportuno para golpear con la regla de hierro los dedos de los
chicos. No obstante, su aire de dulzura y su atención servían para que cundiese
el buen ejemplo entre los muchachos de su edad. Por la tarde, cuando ya se
habían marchado los colegiales, el maestro le permitía leer: en verano,
mientras había luz, en el jardín, y en invierno, al resplandor de la lumbre, en
la cocina.