Librería Atlantis
Books – Santorini (Grecia)
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«Al abrir la
tienda producía en Florence, cada mañana, la misma sensación cargada de
promesas y oportunidades futuras. Los libros estaban bien alienados como las
verduras del huerto de la señora Gipping. Dispuestos para todos los visitantes.
Milo vino a la hora
del almuerzo.
–¿Qué? ¿al final va
a encargar a Lolita?
–Todavía no lo he
decidido. He pedido un ejemplar de lectura. Estoy algo desconcertada por lo que
han dicho sobre ella los periódicos americanos. Un crítico ha afirmado que su
publicación era una mala noticia para el ramo y para los lectores, porque era
aburrida, pretenciosa, de lenguaje florido y repulsiva. Pero por otro lado
había un artículo de Graham Greene que decía que era una obra maestra.
–No me ha
preguntado qué es lo que pienso yo.
–¿De qué serviría?
Ha perdido el segundo volumen o se lo ha dejado en algún lado. ¿Llegó a
terminar de leerlo?
–No lo recuerdo.
¿No se fía de su propia valoración, querida?
Florence se lo
pensó».
(FITZGERALD,
Penelope. La librería. Madrid:
Impedimenta, 2010, p. 101).
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