
Por otra parte, la cultura del consumo
masivo es inconcebible sin el masivo desarrollo de los mass media. La
comunicación de masas y el consumo de masas se cruzan en una catálisis
reproductora. La primera remite al segundo y los segundos a la primera. Los
medios de comunicación de masas hacen posible el consumo de masas y se potencian
por el sujeto receptor, consumidor. Conceptualmente, históricamente,
funcionalmente, el consumo de objetos corre paralelo al consumo de los media y
sus mensajes, como señuelos y como objetos puros. El actual sujeto consumidor
es un consumidor absoluto y explícito, tanto de informaciones como de los
propios medios de comunicación. Es un consumidor sin tregua puesto que de ahí
obtiene su indiscutible condición de contemporaneidad».
(VERDÚ, Vicente. Yo y tú, objetos de lujo: el personismo : la
primera revolución cultural del siglo XXI.
Barcelona: Debate, 2005, p. 95-96).
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