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Amor y Psyche (1899), de William-Adolphe Bouguereau
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«Una de las indigencias de nuestros días es la que al amor se refiere. No
es que no exista, sino que su existencia no halla lugar, acogida en la propia
mente y aun en la propia alma de quien es visitado por él. En el ilimitado
espacio que en apariencia la mente de hoy abre a toda la realidad, el amor
tropieza con barreras infinitas. Y ha de justificarse y dar razones sin
término, y ha de resignarse por fin a ser confundido con la multitud de los
sentimientos, o de los instintos, si no quiere ese lugar oscuro de “la libido”,
o ser tratado como una enfermedad secreta, de la que habría que liberarse. La
libertad, todas las libertades no parecen hacerle servido de nada; la libertad
de conciencia menos que ninguna, pues a medida que el hombre ha creído que su ser
consistía en la conciencia y nada más, el amor se ha ido encontrando sin
espacio vital donde alentar, como pájaro asfixiado en el vacío de una libertad
negativa».
(ZAMBRANO,
María. Dos fragmentos sobre el amor. Madrid: Club Internacional del Libro, 1998, p. 23).