«¿Quién no ha visto agonizar en medio de
espantosos sufrimientos a novelas que tenían toda la vida por delante? Nunca se
sabe de qué depende su supervivencia; lo cierto es que a veces se les corrompe
la sangre y no hay transfusión de tinta que les reanime. Lo más sensato, aunque
no lo más fácil, en situaciones así es avisar al crítico forense para que
levante el cadáver y firme el certificado de defunción. Muchos no se resignan y
hacen con el cuerpo del relato auténticas barbaridades con las que sólo
consiguen prolongar su agonía.
Ágora donde iniciar historias sobre libros, naturaleza, arte y poesía; donde hallar las palabras soñadas o queridas, sin la perspectiva del tiempo... como en una biblioteca.
29 sept 2018
22 sept 2018
14 sept 2018
La voz
Moonlight (1874), de Homer Winslow |
«El doctor Henke alzó impaciente la cabeza y
buscó los ojos del amigo. Él no tenía ningún sentido para la poesía, pero
casualmente se le ocurrió que aquellos ojos con su profundidad cambiante y su
brillo misterioso e inesperado tenían algo de la naturaleza del mar. Sonrió
irónicamente y gruñó:
–Dime por lo que más quieras
cómo se te ha ocurrido esa idea.
4 sept 2018
Algunos principios vitales
A garden (1869), de Albert Joseph Moore
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«Por
mediocre que sea vuestra vida, hacedle frente y vividla; no la esquivéis ni la
denostéis. No es tan mala como vosotros mismos. Parece tanto más pobre cuanto
mayor es vuestra riqueza. El buscador de defectos los halla incluso en el
paraíso. Amad vuestra vida, por pobre que sea. Es posible vivir unas horas
amables, emocionantes y gloriosas hasta en un asilo. El sol que se pone se
refleja con igual esplendor en las ventanas del hospicio que en las del rico, y
la nieve se funde frente a ambas puertas, llegada la primavera. No veo por qué
una mente serena no ha de poder hallar tanta satisfacción y gozar de
pensamientos tan estimulantes allí como en un palacio. A menudo nos parece que
son los pobres del pueblo quienes viven de la manera más independiente, quizá
porque son lo suficientemente nobles para recibir sin escrúpulos. En su mayoría
piensan que se hallan por encima de ser mantenidos por el pueblo; pero ocurre
con frecuencia que no se sienten por encima de automantenerse por medios
ilícitos, lo cual debiera ser menos decoroso. Cuidad la pobreza como una
hierba, como salvia. No os intereséis demasiado por adquirir cosas nuevas, sea
vestidos o amigos. Remozad los gastados; volved a los viejos. Las cosas no
cambian; somos nosotros los que cambiamos. Vended vuestras ropas y conservad
vuestras ideas».
(THOREAU, Henry David. Walden o la vida en los bosques.
Barcelona: Juventud, 2010, p. 401).
30 ago 2018
20 ago 2018
Los sueños de Helena
El sueño (1937), de Salvador Dalí
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«Aquella noche hacían cola los sueños,
queriendo ser soñados, pero Helena no podía soñarlos a todos, no había manera.
Uno de los sueños, desconocido, se recomendaba:
–Suéñeme, que le conviene. Suéñeme, que
le va a gustar. Hacían cola unos cuantos sueños nuevos, jamás soñados, pero
Helena reconocía al sueño bobo, que siempre volvía, ese pesado, y a otros
sueños cómicos o sombríos que eran viejos conocidos de sus noches de mucho
volar».
(GALEANO, Eduardo. El
libro de los abrazos. 34ª reimp. Madrid: Siglo
XXI de España, 2015, p. 30).
12 ago 2018
6 ago 2018
¡Buenos días lectores!
«Así
que la joven mente de Matilda siguió creciendo, alimentada por las voces de
todos aquellos autores que habían lanzado sus libros al mundo como barcos a la
mar».