Ágora donde iniciar historias sobre libros, naturaleza, arte y poesía; donde hallar las palabras soñadas o queridas, sin la perspectiva del tiempo... como en una biblioteca.
30 ago 2018
20 ago 2018
Los sueños de Helena
El sueño (1937), de Salvador Dalí
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«Aquella noche hacían cola los sueños,
queriendo ser soñados, pero Helena no podía soñarlos a todos, no había manera.
Uno de los sueños, desconocido, se recomendaba:
–Suéñeme, que le conviene. Suéñeme, que
le va a gustar. Hacían cola unos cuantos sueños nuevos, jamás soñados, pero
Helena reconocía al sueño bobo, que siempre volvía, ese pesado, y a otros
sueños cómicos o sombríos que eran viejos conocidos de sus noches de mucho
volar».
(GALEANO, Eduardo. El
libro de los abrazos. 34ª reimp. Madrid: Siglo
XXI de España, 2015, p. 30).
12 ago 2018
6 ago 2018
¡Buenos días lectores!
«Así
que la joven mente de Matilda siguió creciendo, alimentada por las voces de
todos aquellos autores que habían lanzado sus libros al mundo como barcos a la
mar».
30 jul 2018
23 jul 2018
El estío
Dulce verano (1912), de John William
Waterhouse
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19 jul 2018
12 jul 2018
Antonio Machado
Antonio Machado (1925), de Leandro Oroz
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«Mi Marinero en tierra
continuaba en Segovia. No recibiría pruebas hasta fines de verano. Andaba ya en
vísperas de viaje. En el automovilillo de mi hermano recorrería Castilla la
Vieja. Agustín, buen chófer, y yo seríamos sus únicos ocupantes. Mientras, no
teniendo nada que hacer, me dedicaba a pasear, sin rumbo fijo, con un libro de
versos, siempre agradable de leer bajo el amparo de los árboles.
Subía yo una mañana por la calle del
Cisne, cuando por la acera contraria vi que descendía, lenta, ensimismada, una
sombra de hombre que, aunque muy envejecida, identiqué sin vacilar con la del
retrato de un Machado más joven aparecido al frente de sus poesías –edición de
la Residencia–, conservada por mí con mucho cariño. Era él, su sombra, no me
cabía duda, su sombra triste, declinada como con pasos de sonámbula, de alma
sumida en sí, ausente, fuera del mundo de la calle.