Nos dejan tan a solas en la dirección que tomamos
como a dos en los que su error se probó cierto,
que a veces nos sentamos al borde del camino,
con cierto aire travieso, vagabundo, seráfico
e intentamos no sentirnos abandonados.
(FROST, Robert. Poesía completa. Ourense: Linteo, 2017, p. 61).
Ágora donde iniciar historias sobre libros, naturaleza, arte y poesía; donde hallar las palabras soñadas o queridas, sin la perspectiva del tiempo... como en una biblioteca.
6 feb 2023
31 ene 2023
La mar
Marcos Ana, en una de sus visitas a Rafael Alberti en su casa de El Puerto de Santa María. |
«Rafael Alberti ya llevaba casi un siglo en el mundo, pero estaba contemplando la bahía de Cádiz como si fuera la primera vez. Desde una terraza, echado al sol, perseguía el vuelo sin apuro de las gaviotas y de los veleros, la brisa azul, el ir y venir de la espuma en el agua y en el aire. Y se volvió hacia Marcos Ana, que callaba a su lado, y apretándole el brazo dijo, como si nunca lo hubiera sabido, como si recién se enterara: –Qué corta es la vida».
(GALEANO, Eduardo. Bocas del tiempo. Madrid: Siglo XXI de España, 2004, p. 77).
27 ene 2023
De noche, en la oficina
De noche, en la oficina (1940), de Edward Hopper |
«Era jueves. Así que al otro día se sentaron en torno a la mesa, después de apagar las luces altas, pusieron en medio una botella de whisky y cuatro vasos de plástico, Ortega trajo hielo y una limonada para Martínez, pidió permiso para retirarse, y durante un rato bebieron en silencio y oyeron el cuchicheo de la lluvia en el techo de luces. “Bien”, dijo al fin Pacheco, consultando el reloj y poniendo en marcha un magnetófono de bolsillo, “nos hemos reunido aquí, hoy viernes, 27 de enero, a las 23:42, en el despacho de nuestro presidente, para analizar la situación de crisis en que nos encontramos.
22 ene 2023
18 ene 2023
Infinitos vacíos
9 ene 2023
Hijos de los árboles
«Los libros son hijos de los árboles, que fueron el primer hogar de nuestra especie y, tal vez, el más antiguo recipiente de nuestras palabras escritas. La etimología de la palabra encierra un viejo relato sobre los orígenes. En latín, liber, que significaba ‘libro’, originariamente daba nombre a la corteza del árbol o, para ser más exactos, a la película fibrosa que separa la corteza de la madera del tronco. Plinio el Viejo afirma que los romanos escribían sobre cortezas antes de conocer los rollos egipcios. Durante muchos siglos, diversos materiales –el papiro, el pergamino– desplazarían a aquellas antiguas páginas de madera, pero, en un viaje de ida y vuelta, con el triunfo del papel, los libros volvieron a nacer de los árboles».
5 ene 2023
Un brindis para el seis de enero
Heme aquí bajo el cielo,
bajo el que tengo que ganar dinero.
Viene la claridad que es ilusión,
temor sereno junto a la alegría
recién nacida
de la inocencia de esta noche que entra
por todas las ventanas sin cristales,
de mañana en mañana
y es adivinación y es la visión,
lo que siempre se espera y ahora llega,
está llegando mientras alzo el vaso
y me tiembla la mano, vida a vida,
con milagro y con cielo
donde nada oscurece. Y brindo y brindo.
Bendito sea lo que fue maldito.
Sigo brindando hasta que se abra el día
por esta noche que es la verdadera.
(RODRÍGUEZ, Claudio. Poesía completa (1953-1991). Barcelona: Tusquets, 2001, p. 349).
bajo el que tengo que ganar dinero.
Viene la claridad que es ilusión,
temor sereno junto a la alegría
recién nacida
de la inocencia de esta noche que entra
por todas las ventanas sin cristales,
de mañana en mañana
y es adivinación y es la visión,
lo que siempre se espera y ahora llega,
está llegando mientras alzo el vaso
y me tiembla la mano, vida a vida,
con milagro y con cielo
donde nada oscurece. Y brindo y brindo.
Bendito sea lo que fue maldito.
Sigo brindando hasta que se abra el día
por esta noche que es la verdadera.
(RODRÍGUEZ, Claudio. Poesía completa (1953-1991). Barcelona: Tusquets, 2001, p. 349).
30 dic 2022
¡Adiós, Corazón mío!
¿Por qué, Corazón mío, vas despacio?,
¿por qué vuelves atrás?, ¿por qué te escapas?
Tu esperanza se te ha adelantado:
de todo lo que de aquí se ha despedido.
¡Ahora también tú debes marcharte!
Pasa la luz con el pasar del año,
¿por qué vuelves atrás?, ¿por qué te escapas?
Tu esperanza se te ha adelantado:
de todo lo que de aquí se ha despedido.
¡Ahora también tú debes marcharte!
Pasa la luz con el pasar del año,
y el hombre y la mujer;
y todo lo que aún te es más querido
atrae la destrucción, repele el marchitarte,
sonríe el blando cielo, el triste viento cerca
susurra. ¡Es Adonais el que llama!
Oh, corre allá deprisa, que no aparte la vida
lo que la muerte puede unir.
y todo lo que aún te es más querido
atrae la destrucción, repele el marchitarte,
sonríe el blando cielo, el triste viento cerca
susurra. ¡Es Adonais el que llama!
Oh, corre allá deprisa, que no aparte la vida
lo que la muerte puede unir.
24 dic 2022
A esos cuatro amigos
La vara con que mido lo que os quiero
me la ha prestado el sol,
gente mía de andarnos por las cumbres
con lo puesto y sin más, mis cuatro amigos
capaces de mirarme, de decirme
lo que se callan otros, de callarse
lo que otros me dirían,
y de pasar por alto, finalmente,
lo que dije y dijeron, para entrarnos
en madrugada juntos, en faena
de hombres, de alegría.
(GALLEGO, Vicente. Saber de grillos. Madrid: Visor Libros, 2015, p. 50).
me la ha prestado el sol,
gente mía de andarnos por las cumbres
con lo puesto y sin más, mis cuatro amigos
capaces de mirarme, de decirme
lo que se callan otros, de callarse
lo que otros me dirían,
y de pasar por alto, finalmente,
lo que dije y dijeron, para entrarnos
en madrugada juntos, en faena
de hombres, de alegría.
(GALLEGO, Vicente. Saber de grillos. Madrid: Visor Libros, 2015, p. 50).
19 dic 2022
La ventolera
Pandora (1881), de Lawrence Alma-Tadema |
Estoy desnudo. Dueño de nada, dueño de nadie, ni siquiera dueño de mis certezas, soy mi cara en el viento, a contraviento, y soy el viento que me golpea la cara».
(GALEANO, Eduardo. El libro de los abrazos. 34ª reimp. Madrid: Siglo XXI de España, 2015, p. 258).