Circle Limit III (1959), de M.C. Escher
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«Dos
hombres, de los cuales uno era muy avariento y el otro muy envidioso, rogaban a
Júpiter que les satisfaciera sus anhelos. Envió el padre de los dioses a Apolo
para que se enterase de sus deseos, pero con la condición de que uno de ellos
pidiera el primero para que el segundo recibiese doble de lo que hubiese
pedido. Oyendo esto el avariento, quiso que pidiese primero el envidioso, para
tener el doble de las riquezas que supuso pediría, pero viendo el envidioso que
siendo el primero en pedir recibiría el avariento el doble que él, pidió con
toda mala intención que le sacasen un ojo para que al avariento tuviesen que
sacarle los dos».
Insaciable es la avaricia, pero
la envidia aún es peor. El envidioso, con tal de causar daño a otro, se
sacrifica a sí mismo.
(ESOPO. Fábulas. [San Salvador?: s.n., s.a., p. 70).
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