«Hay personas que “pasan” por la vida, que “gastan su biografía de
puntillas, sin ver y sin ser vistas, escondiéndose de los ojos tanto ajenos
como propios. Son esas personas que nunca están aunque las tengamos al lado. Y
luego están aquellas que incluso en silencio están diciendo, y aún en la
aparente lejanía rezuman vida, como arteria infinita desde la que se distribuye
la sangre que hará y será futuro. Su grandeza lo es por cuanto, sin renunciar a
la imperfección, a lo que cambia, a lo insignificante que nos constituye y nos
construye como humanos, realizan en su carne la transmutación de toda
apariencia: viven intensamente; en ellas razón y poesía se conjugan».
(SANTIAGO
BOLAÑOS, María Fernanda. Introducción.
EN: ZAMBRANO, María. Cartas inéditas (a
Gregorio del Campo). Ourense: Linteo, 2012, p. 29).