Bacchanale (1871), de Lawrence Alma-Tadema
|
«Los banquetes, y la bebida algo más
licenciosa, y aún llegando tal vez a la raya de la embriaguez (no de modo que
nos anegue, sino que nos divierta) nos aligerarán los cuidados sacando el ánimo
de su encerramiento; porque como el vino cura algunas enfermedades, así cura
también la tristeza. A Baco, inventor
del vino, le llamaron Liber, no por
la libertad que da a la lengua, sino porque libra el ánimo de la servidumbre de
los cuidados, fortaleciéndole y haciéndole más vigoroso y audaz para todos los
intentos; pero como en la libertad es saludable la moderación, lo es también el
vino».
(ZAMBRANO,
María. Séneca. 3ª ed. Madrid:
Siruela, 2008, p. 132-133).
No hay comentarios:
Publicar un comentario