9 ene 2024

Mirar lo invisible

La tarde me está ofreciendo
en la palma de su mano,
hecha de enero y de niebla,
vagos mundos desmedidos
de esos que yo antes soñaba,
que hoy ya no quiero.
Y cerraría los ojos
para no verlo. Si no
los cierro
no es por lo que veo.
Por un mundo sospechado
concreto y virgen detrás,
por lo que no puedo ver
llevo los ojos abiertos.



(SALINAS, Pedro. Antología personal. Madrid: Visor, 1996, p. 31).

13 dic 2023

Como llenarte soledad sino contigo misma

Paisaje de otoño al anochecer (1885)
de Vincent van Gogh
«Encuentro saludable el estar solo la mayor parte del tiempo. La compañía, aun la mejor, cansa y pronto es una pérdida de tiempo. Me encanta estar solo. Jamás di con compañía más acompañadora que la soledad. La más de las veces solemos estar más solos los hombres que cuando nos encerramos en nuestro cuarto. El hombre que piensa o trabaja está siempre solo, doquiera se encuentre. La soledad no se mide por la distancia que media entre una persona y otra. El estudiante verdaderamente diligente es tan solitario en una de las pobladas colmenas de Cambridge College como el derviche en medio del desierto.

6 dic 2023

Presencias

Llega el primer frío
de diciembre—ni un
Solo grillo


First December cold
wave—not even
One cricket



(KEROUAC, Jack. Libro de haikus. Madrid: Bartleby, 2007, p. 16-17).

30 nov 2023

Carta de noviembre

La ciudad soñada (2017),
de Li-Shu Chen

Amor, el mundo
cambia de pronto, cambia de color. La luz de la farola
segmenta en dos las vainas del laburno,
esas colas de rata, a las nueve de la mañana.
Y este pequeño círculo

negro es el Ártico,
con sus hierbas sedosas y leonadas, como pelusa de bebé.
El verde está en el aire,
mullido y delicioso.
Me recoge amorosamente.

19 nov 2023

Todo en la vida es negociable

La arquera, de
Max Nonnenbruch
«A lo mejor es que me estoy curando del afán, pensé en algún momento, porque ha sido siempre mi enfermedad crónica, el deseo inagotable, la fiebre y el ansia del futuro, la ambición de querer excederme a mí mismo, y acaso sea verdad que contra ese mal de juventud no hay mejor medicina que los años. Con los años, uno se acomoda a lo que hay, negocia con uno mismo y con el mundo, porque, como bien decía mi padre, todo en la vida es negociable, ahora empiezo a comprenderlo, ahora que empiezo a vivir en el presente sin otra patria que el presente»
.


(LANDERO, Luis. La vida negociable. Barcelona: Tusquets, 2017, p. 285).